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El conocimiento de las grandes erupciones explosivas se establece principalmente a partir de las investigaciones geológicas de los depósitos expuestos que se encuentran alrededor del volcán de origen, con los depósitos de las grandes erupciones formando gruesas secuencias. Sin embargo, desde finales de la década de 1970, en los núcleos de sedimentos marinos y lacustres de todo el Mediterráneo se identificó comúnmente una capa de ceniza volcánica muy extendida, datada en unos 29.000 años, que documentaba la ocurrencia de una erupción de gran magnitud. A pesar de esta amplia distribución y de su edad relativamente joven, no se identificaron pruebas claras de tal evento en ninguno de los principales volcanes activos de la región.

En este estudio, el análisis químico detallado del equipo (vidrio volcánico) de un depósito de erupción encontrado a cinco kilómetros al noreste de la caldera de Campi Flegrei, en Nápoles (Italia), es totalmente coherente con la composición distintiva de esta capa de ceniza. Esto, combinado con la nueva datación del depósito de erupción cercano a la fuente, verifica que Campi Flegrei fue responsable de esta amplia capa de ceniza.

El equipo determinó las restricciones sobre el tamaño de la erupción utilizando un modelo computacional de dispersión de cenizas que integraba los espesores de los depósitos de erupción cercanos a la fuente, denominados aquí la Toba de Masseria del Monte, con los de la caída de ceniza relacionada a través del Mediterráneo.

Los resultados indican que esta erupción en la caldera de Campi Flegrei fue similar en escala a la más joven de las dos erupciones conocidas de gran magnitud y formadoras de caldera en el volcán, la Toba Amarilla Napolitana (hace unos 15.000 años). La erupción de la Toba de Masseria del Monte fue más pequeña que la erupción más antigua que formó una caldera, la enorme Ignimbrita de Campania (de unos 40.000 años de antigüedad), que dispersó cenizas hasta Rusia (a más de 2.500 km del volcán).

La erupción de la Toba de Masseria del Monte, de 29.000 años de antigüedad, situada entre los eventos conocidos de formación de caldera, reduce significativamente el intervalo de recurrencia de los eventos de gran magnitud en la historia eruptiva de la caldera de Campi Flegrei.

En contraste con otros eventos de gran magnitud en Campi Flegrei, la falta de depósitos gruesos y rastreables para esta erupción parece ser el resultado de la dinámica de la erupción y su destrucción y enterramiento por actividades más recientes. Esta investigación resalta los beneficios de investigar los registros de erupciones explosivas preservados como caída de ceniza en los registros sedimentarios cuando se intenta reconstruir con precisión el tempo y la magnitud de la actividad pasada en volcanes altamente productivos como el Campi Flegrei.

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