Con el fallecimiento de LeRoy Neiman, el mundo del deporte ha perdido a uno de sus grandes. No ostentó ningún título ni ganó ningún campeonato. Sin embargo, su obra es tan emblemática como un mate de Michael Jordan o el trote de Babe Ruth en un home run. LeRoy Neiman es uno de los más grandes artistas que se han centrado principalmente en el deporte. Es difícil contar el número de cuadros deportivos icónicos que LeRoy Neiman creó a lo largo de las décadas. Aunque deja un tremendo legado, a Neiman se le echará de menos.
Desde los Juegos Olímpicos hasta la Super Bowl, pasando por los eventos más importantes de las carreras de caballos, Neiman los cubrió todos. Su trabajo apareció incluso en las películas de Rocky. La gran oportunidad de Neiman llegó cuando un colega suyo, Hugh Hefner, creó una revista llamada Playboy. El artista se involucró pronto en el proceso, lo que le abrió las puertas a muchas otras oportunidades.
Los cuadros deportivos de LeRoy Neiman se convirtieron en un negocio lucrativo. Como artista comercial, se producían impresiones de edición limitada con regularidad. Hoy en día, se pueden encontrar muchos retratos con el autógrafo de Neiman y el del atleta.
El extravagante artista pasó a ser artista oficial de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1960. Continuó trabajando con los Juegos Olímpicos hasta los Juegos de Verano de 1984 en Los Ángeles. Neiman también contribuyó a muchos carteles y programas de boxeo a lo largo de los años. Su trabajo fue tan importante para este deporte que fue elegido miembro del Salón Internacional de la Fama del Boxeo en 2007.
Los cuadros deportivos de LeRoy Neiman se reconocen al instante por sus brillantes salpicaduras de color. Transmiten el movimiento del momento, recreando la energía y la emoción.
Hay cientos de pinturas deportivas de LeRoy Neiman para maravillarse. Aunque los originales y los grabados pueden ser caros, hay un puñado de libros
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