Cuando pensamos en la palabra «ejercicio», a menudo nos imaginamos a alguien corriendo por la carretera o levantando pesas en el gimnasio. Pero si usted sufre de dolor de espalda crónico o de otras afecciones de la columna vertebral, la idea de hacer ejercicio en suelo firme puede hacer que se estremezca. La presión constante sobre las articulaciones y los movimientos bruscos al correr, saltar o caminar sobre el pavimento pueden hacer que el ejercicio tradicional para algunas personas no sólo sea doloroso, sino imposible.
Entonces, ¿por qué no llevar su entrenamiento a la piscina? La flotabilidad del agua disminuye la presión sobre los huesos y las articulaciones al soportar parte del peso del cuerpo. El ejercicio acuático es una excelente manera de fortalecer los músculos y mejorar el movimiento, la función, el equilibrio y el sistema cardiovascular. Aquí tienes unos cuantos ejercicios sencillos que puedes hacer mientras te das un chapuzón en la piscina:
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Caminar en el agua: Ponte de pie con el peso distribuido uniformemente en ambos pies. Da de 10 a 20 pasos hacia adelante y luego de 10 a 20 pasos hacia atrás. Puede añadir más intensidad aumentando la velocidad. Asegúrese de involucrar los músculos abdominales y mantener la columna vertebral recta. Repita este ejercicio durante cinco minutos.
- Troteo en el agua: Póngase de pie con su peso distribuido uniformemente en ambos pies. Comience a trotar en el lugar durante 30 segundos, luego disminuya la velocidad y camine en el lugar durante 30 segundos. Alterne entre ambos durante cinco minutos. Recuerde que debe mantener la columna vertebral recta e involucrar a los músculos abdominales y de la espalda.
- Elevación de rodillas de pie: Póngase de pie con la espalda apoyada en la pared de la piscina y ambos pies apoyados en el suelo. Cargue todo su peso en una pierna y levante la rodilla opuesta hasta que quede paralela a la cadera. Si puedes, intenta enderezar la rodilla para que la pierna se extienda hacia delante. Repite esta operación con la otra pierna. Complete tres series de 10 en cada lado.
- Equilibrio con una pierna: Apoya todo tu peso en una pierna y levanta la rodilla de la pierna contraria a la altura de la cadera. Coge un fideo de piscina y colócalo debajo de la pierna levantada de manera que forme una «U» con el pie en el centro. Intenta mantener esta postura durante 30 segundos mientras ejercitas los músculos de la espalda y el tronco. Realiza una o dos series de cinco en cada pierna.
Todos estos ejercicios pueden realizarse con el agua hasta la cintura o hasta el pecho. Y recuerda que las piscinas climatizadas son una gran alternativa si sufres de dolor crónico de espalda y cuello. El calor puede ayudar a relajar los músculos doloridos y facilitarle la realización de los ejercicios.
En resumen: mantenerse activo no tiene por qué significar correr largas distancias o entrenar intensamente con pesas. El ejercicio acuático es sólo una de las muchas alternativas que le proporcionarán con seguridad beneficios similares para la salud. Y si come de forma saludable, bebe mucha agua y hace ejercicio con regularidad, estará en el camino hacia una salud óptima de la columna vertebral. Si tiene dolor de espalda que le impide ser activo, póngase en contacto con el Dr. Chetan Patel en el Instituto de Salud de la Columna Vertebral. Él y su equipo pueden ayudarle a recuperarse y volver a la piscina en poco tiempo.