En mi anterior artículo «El finlandés: ¿Un idioma fácil de aprender?», expliqué por qué el finlandés no es tan difícil de aprender como los internautas y los suecos creen que es. Ahora me gustaría contarte cómo puedes hacerlo aún más fácil, o mejor dicho, cómo puedes no hacerlo difícil para ti. Esto se basa en mi propia experiencia estudiando y enseñando finlandés. Lee atentamente mis sugerencias. Piensa en cómo estás enfocando tú mismo tus estudios de idiomas. Con suerte, podrás sacar algo positivo de este artículo y aplicarlo a tus estudios para mejorar tu nivel de finlandés.
1. Piensa en el finlandés como un rompecabezas, más que como un idioma.
Cuando intentas armar una frase en finlandés, puede ser difícil. Pero, como he dicho antes, el finlandés es una lengua lógica. Es como un rompecabezas. La forma de cada palabra que escribes depende de otra palabra en alguna parte de la frase. Yo lo veo como una especie de sudoku. En el sudoku, cada vez que escribes un número, has elegido ese número concreto basándote en los demás números de la cuadrícula, utilizando el proceso de eliminación. Aplícalo al finlandés. Cuando intentes pensar en qué forma tiene que estar el objeto o en qué tiempo tiene que estar el verbo, elimina todas las posibilidades hasta que sólo tengas una. Mientras no adivines la respuesta, nunca te equivocarás, como en el sudoku.
2. No tengas miedo de hablar finlandés
Esta es, con mucho, la regla más importante de todas. La única razón por la que no la he puesto en primer lugar es porque estoy seguro de que la oyes todo el tiempo si estás en un curso de idiomas, y no quería empezar aburriéndote.
Los estudiantes a veces tienen miedo de hablar finlandés porque han estudiado mucho la gramática pero no han intentado realmente aplicarla al habla. La verdad es que hay tanta gramática que recordar que no vas a poder simplemente leerla, asimilarla y hablar finlandés con fluidez. Pero eso no importa. Si hablas y cometes errores, un finlandés te entenderá, y no te criticará ni se enfadará sólo por unos cuantos errores. Piensa en cómo hablan tu idioma los extranjeros. ¿Es perfecto? Por supuesto que no, pero te alegras de que hablen tu idioma en lugar de hablar el suyo y dar por hecho que lo entenderás. La única manera de hablar sin cometer errores, es seguir cometiendo errores hasta que le cojas el tranquillo. Hablar en inglés no te ayudará a mejorar tu finlandés.
3. Ver la televisión para niños y leer libros infantiles
En un idioma que contiene tanta gramática importante, es importante intentar reconocer cómo se utiliza en el contexto. Si lees libros infantiles, mejorarás enormemente tus habilidades lingüísticas. El lenguaje que contienen no es ni mucho menos tan difícil como el de un periódico, pero es algo nuevo, algo distinto a los trozos de texto de tu libro de texto, algo real. Pero, por supuesto, no puedes centrarte sólo en tus habilidades de lectura…
Ver la televisión mejorará tu capacidad de escucha de forma espectacular. He visto algunas películas de Disney, como Aladino, dobladas al finlandés. Esto me ayudó mucho porque la había visto tantas veces en inglés que ya sabía lo que decían en la mayor parte de la película, así que podía hacer traducciones con mucha más facilidad. También vi Muumilaakson tarinoita. Se la recomendaría a cualquiera que esté aprendiendo finés. Los personajes hablan con mucha claridad y utilizan un finés muy sencillo. Normalmente se puede ver online de forma gratuita en areena.yle.fi/tv. Un episodio al día y te garantizo que notarás una diferencia significativa después de un par de semanas.
4. Lee libros de texto pero escribe en un cuaderno
Sinceramente, creo que esta es la única razón principal por la que pude aprender finlandés mucho más rápido que la mayoría de la gente. Cuando empecé a estudiar finlandés, utilizábamos el Suomen Mestari 1. A mitad de nuestro primer módulo, perdí mi libro de texto en una noche de borrachera (sí, así de aplicado/triste era, llevaba mi libro de texto a todas partes). Después tuve que pedir prestado constantemente el libro de texto a un compañero, y como él escribía sus respuestas a los ejercicios en su libro de texto, yo tenía que escribir las mías en mi cuaderno.
Entonces me di cuenta de que escribir las respuestas en mi cuaderno no tenía sentido. Sin las preguntas, las respuestas no tenían sentido y, desde luego, no me ayudarían cuando volviera a estudiar con ellas más tarde. Así que empecé a escribir también las preguntas.
Entonces me di cuenta de que era capaz de recordar las cosas que habíamos aprendido en clase mejor que la mayoría de los demás estudiantes. Sin un libro de texto al que remitirme, todos mis conocimientos provenían de mi propia memoria al anotar las cosas en mi cuaderno.
Decidí ir más allá. Fui a la biblioteca, tomé prestado el Suomen Mestari 1 y volví a empezar desde el principio. Escribí todo el libro a mano en un cuaderno…. bueno, 2 o 3 cuadernos. Traducía al inglés todas las palabras que no entendía y las escribía una y otra vez hasta que era imposible olvidarlas. Cuando terminó nuestro tercer módulo, después de 9 meses de estudio del finlandés, entendía cada palabra (incluida toda la gramática) del Suomen Mestari 1… Y 2!!!
Escribir las cosas ayuda a almacenarlas en la memoria. Nunca tuve que consultar mis apuntes, me bastaba con entender lo que escribía cuando lo hacía. Ayuda a recordar nuevas palabras aprendiendo lo que significan en su contexto en lugar de limitarse a memorizar una lista de palabras.
5. Escribe cartas, postales, artículos o lo que sea en finlandés y pide a tu profesor que te los revise.
Si crees que no haces suficientes ejercicios de escritura en tu curso, no hay nada que te impida hacer tu propio trabajo. No necesitas que un profesor te diga lo que tienes que hacer todo el tiempo. Cuando aprendes algo nuevo, como el pronombre «joka» o el tercer infinitivo, por ejemplo, te ayuda a escribir un texto utilizando tu nueva habilidad gramatical en la medida de lo posible. Es más beneficioso para ti si tú mismo creas ese texto en lugar de limitarte a rellenar los espacios en blanco de un ejercicio escrito por un profesor. Y como ya he dicho, recordarás mejor las cosas si las escribes.
Por cierto, no dudes en enviarme tus propios trozos de texto enviándome un correo electrónico a la página de facebook. Estaré encantado de revisarlos.
Si todavía no estás seguro de si estos métodos realmente funcionan, recuerda esto:
1. No hace daño intentarlo.
2. A mí me han funcionado, y como te dirá cualquiera que me conozca, soy un idiota.