9 razones para visitar la preciosa «sexta ciudad» de Cinque Terre: Portovenere

Portovenere, una joya de la Riviera con vistas al Golfo de La Spezia, más románticamente conocida como el Golfo dei Poeti por todas las figuras literarias que llegaron a desmayarse por la asombrosa belleza natural de la zona, ha sido apodada a menudo la «sexta» ciudad de las Cinque Terre, ya que ofrece lo mismo que sus homólogas más famosas: espléndidos entornos costeros, costas y rutas de senderismo extraordinariamente pintorescas, y la rústica cocina ligur, pero sin el bullicio de los turistas. Y aunque celebridades como Steven Spielberg, Tim Cook de Apple, Patti Smith y Andrea Bocelli han visitado este lugar, parece que lo han hecho sin mucho alboroto.

Aunque los lugares históricos de Portovenere y su principal calle comercial, Via Capellini, pueden estar muy concurridos durante las semanas de mayor afluencia de turistas, por la noche, cuando los visitantes diurnos se han marchado, la ciudad goza de un ambiente relativamente tranquilo. Lo que ha contribuido a evitar que Portovenere sucumba al exceso de turismo es su falta de estación de tren: hay que conducir desde La Spezia o llegar en barco. Aunque algunos viajeros consideran inicialmente a Portovenere como una base desde la que explorar las cercanas Cinque Terre, cuando llegan descubren un destino muy digno de mención por sí mismo. Al igual que las Cinque Terre, la ciudad, junto con su cercano archipiélago, las islas Palmaria, son Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Aquí tienes 9 razones para ir ahora.

1. Portovenere es algo más que un bonito pueblo pesquero. Hay casas de colores que bordean el puerto como en muchas otras ciudades costeras italianas, pero aquí también forman parte de una estructura histórica llamada Palazzata. Estas viviendas conectadas, construidas en la costa rocosa, formaban parte de las murallas fortificadas de la ciudad, diseñadas para proteger a los residentes, junto con la antigua puerta, Porta del Borgo (una vez cerrada por la noche), de los invasores marítimos.

2.La ciudad está repleta de historia, pero no abrumada por ella. Hay suficientes lugares para mantener el interés de los aficionados a la historia sin tener que pasar por una lista de visitas turísticas. Lugares de la Edad Media como el Castillo Doria, una fortaleza cuando la poderosa república de Génova gobernaba la ciudad, y las iglesias, Chiesa di San Pietro y Chiesa di San Lorenzo, ofrecen vistas extraordinarias además de su atractivo arquitectónico. Una ruina romana que data del siglo II a.C., la Villa Romana de Varignano, se encuentra cerca de Portovenere, en el pueblo de Le Grazie.

3. Puede contemplar las hipnotizantes vistas que supuestamente cautivaron a la estrella literaria del siglo XIX, Lord Byron. Camine hasta el final de la Via Capellini o baje desde la iglesia de San Pietro: hay un mirador en un antiguo muro de piedra desde el que podrá contemplar la escena sobre la brillante bahía. También hay escalones rocosos que descienden a las aguas verdes y transparentes cerca de la Gruta de Byron, una de las muchas y hermosas cuevas marinas de la zona. Las parejas jóvenes acuden a este lugar para disfrutar de las incomparables puestas de sol; los lugareños vienen a tomar el sol y a nadar entre las escarpadas rocas. (Se advierte que no hay socorristas.)

Además de sus proezas literarias, Byron era conocido por sus épicas hazañas de natación: según la leyenda, nadó desde Portovenere hasta San Terenzo, cerca de Lerici, a través del golfo de La Spezia para visitar a su amigo Percy Bysshe Shelley, una distancia de unos 7,5 kilómetros. Cada verano, nadadores cualificados participan en la Coppa Bryon que se celebra anualmente entre Portovenere y Lerici, intentando duplicar la hazaña de Byron.

4. Hay un archipiélago cercano para explorar por mar. El grupo de islas -Palmaria, Tino y Tinetto- que se encuentra cerca de Portovenere es el sueño de los navegantes. Palmaria es la más grande y en ella se encuentra el famoso restaurante Locanda Lorena, un imán para los famosos desde hace mucho tiempo. Pero los viajeros también acuden a la isla por su encanto rústico, su dramática y escarpada costa, sus pequeños pueblos y sus playas. Únase a una excursión programada en barco que salga del muelle de Portovenere, o alquile un barco privado o un catamarán para disfrutar de las costas acantiladas, con cuevas y calas. Palmaria también cuenta con rutas de senderismo, que suelen durar entre dos y tres horas y media, con vistas impresionantes del Golfo dei Poeti y Portovenere.

5. Portovenere cuenta con el hotel de cinco estrellas más cercano a las Cinque Terre. El Grand Hotel Portovenere se encuentra en una joya con vistas al puerto de Portovenere y a Palmaria. Los visitantes de las Cinque Terre que quieran mimos de cinco estrellas vienen aquí: hay 50 habitaciones, la mayoría con vistas al mar, junto con dos suites, que son espaciosas, modernas y con colores frescos en tonos marinos o ricos neutros. El hotelero Raffaele Paletti, cuya familia es propietaria de la propiedad y supervisó su remodelación en 2014, amplió sus posesiones el año pasado con la compra del Royal Sporting Hotel, también en el agua y justo al lado del Grand Hotel.

El Restaurante Palmaria del GHP, con vistas al mar, tiene uno de los mejores escenarios de la Riviera italiana, con opciones para cenar tanto en el interior como en el exterior. El nuevo chef ejecutivo, Massimiliano Volonterio, antiguo sous-chef de la Maison Alain Ducasse, es el artífice del menú de temporada, que incluye versiones frescas de la cocina ligur y mediterránea. Por ejemplo, el trofie al pesto que se sirve al mediodía viene acompañado de pulpo, y el menú de la cena incluye platos como raviolis de burrata con pistachos de Bronte y grosellas, y una catalana de langosta con frutas y verduras. También hay lo que el menú describe como «sabores de época», como sardinas agridulces con pesto, así como mejillones de Portovenere. A la hora de pedir vino, asegúrese de consultar con el sumiller Bruno Scarpini, que parece tener un conocimiento enciclopédico de los vinos regionales italianos y la comida.

6. Puede alojarse en el corazón del centro histórico de Portovenere, pero disfrutar de las comodidades modernas. Si le gusta un entorno rico en evocaciones, pero quiere comodidades de última hora, hay un nuevo (inaugurado el año pasado) B&B de lujo, llamado Colonna 24, que recibe su nombre por su dirección en la diminuta calle del paseo principal de Portovenere, Via Capellini. El elegante establecimiento, propiedad de Paolo Sanna y diseñado por el arquitecto de La Spezia Davide Bassi, cuenta con cinco elegantes y modernas habitaciones y una suite junior. El B&B está dirigido por Emanuele Bertetti, un hombre brillante y entusiasta, que no sólo le hará sentirse como en su casa, sino también como un experto. Oriundo de Portovenere, Bertetti conoce la zona como pocos y puede aconsejar sobre las mejores salidas, restaurantes, playas y rutas de senderismo para aprovechar al máximo su estancia.

7. Y saboree la visión única de Portovenere sobre la cocina ligur. Cada región de Italia tiene su propia cocina, por supuesto, y cada ciudad parece tener su propia versión de esa cocina regional. Aunque se pueden encontrar platos típicos de Liguria, como la pasta al pesto y la focaccia, Portovenere ofrece opciones locales que aprovechan la abundancia de mejillones y ostras cultivadas en el Golfo de La Spezia, así como la pesca de anchoas en las cercanas Cinque Terre. Antonella Cheli, restauradora de tercera generación apasionada por las tradiciones culinarias de Portovenere, afirma que aunque la zona se caracterice por tener «una cocina más pobre» que la que se puede encontrar en el norte de la Riviera italiana, «eso no significa que la cocina sea menos interesante», y cita especialidades como los mejillones rellenos – «aquí son únicos»- y la mesciua, una sopa de judías y cereales que se originó en el puerto de La Spezia hace cientos de años. Además del abundante marisco, Cheli afirma que la «proximidad a la Toscana hace que todo sea mucho más interesante».

Cheli dirige dos de los lugares más conocidos y auténticos de la ciudad, Il Timone Liguria da Gustare en el agua (fundado por su familia en 1960), y la Antica Osteria del Carurgio en el centro histórico. Si se dirige a Il Timone para tomar el aperitivo, podrá degustar bocados como la caponada de Liguria, las verduras rellenas y el scabeccio (anchoas fritas marinadas), mientras toma un Aperol Spritz. En la atmosférica Antica Osteria -la noche que estuve allí estaba repleta de clientes italianos, lo que siempre es una buena señal- se pueden degustar más aperitivos, como las anchoas con picatostes y mantequilla, antes de pasar a las especialidades de primer plato, como la famosa mesciua o la pasta (barbotte) con flores de calabacín fritas, anchoas y aceitunas.

Como esta es la meca de los mejillones (llamados aquí muscoli), de segundo plato pruébelos rellenos o marinados con vino blanco y ajo (como moules marinières). El pulpo, o polpo, es otro producto del mar que se ve con frecuencia en los menús (incluso hay un festival del pulpo en la cercana Tellaro en agosto); en la Antica Osteria pídalo servido con patatas y aceitunas. Si tiene espacio para el postre, pruebe una rebanada de pandolce ligur (una enorme rueda del clásico pastel de frutas está a la vista en el restaurante) con vino passito; o helado con Sciacchetrà, un vino dulce de Cinque Terre.

8. Es un paraíso para los senderistas. Además de hacer senderismo por Palmaria, puedes dirigirte a Campiglia, un pequeño pueblo al norte de Portovenere con más vistas increíbles, en unas dos horas; luego, a través de Colle del Telegrafo, al pueblo más meridional de Cinque Terre, Riomaggiore (otras 3 horas).

9. Y, por supuesto, Portovenere tiene una gran ubicación. No sólo está cerca de las Cinque Terre (Riomaggiore está a unos 25 kilómetros), sino también de la Toscana, con otros lugares para explorar, como las canteras de mármol de Carrara y el elegante complejo playero de Forte dei Marmi, a una hora más o menos de la ciudad en coche.

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