«Un jardín requiere un trabajo paciente y atención. Las plantas no crecen simplemente para satisfacer ambiciones o para cumplir con buenas intenciones. Prosperan porque alguien se ha esforzado en ellas»
No es tan fácil cultivar un jardín como la gente piensa. Cada planta necesita ser alimentada con el mismo tipo de amor que una madre vierte en la crianza de su hijo. Hay que saber qué necesita una planta, qué es perjudicial para su crecimiento y qué puede acortar su esperanza de vida. Desde el cuidado de las flores de algunas plantas de flor hasta asegurar que crezcan al máximo de su potencial de crecimiento, hay que cuidarlo todo. El riego, el trasplante, la luz del sol, el suelo y otros requisitos de este tipo deben cuidarse para que estas plantas nos bendigan con sus dichosos efectos.
Uno de esos requisitos infravalorados es el de fertilizar una planta. A menudo, las personas acaban salvando su manojo de sol de Lil de las plagas, por lo que acaban perdiéndolas hasta la muerte. Cada año, las plantas necesitan nutrientes específicos del suelo que éste no cultiva ni repone mágicamente por sí mismo. No es ninguna novedad que una aplicación adecuada de fertilizantes puede marcar la diferencia en su cosecha, por lo que todas las plantas necesitan sus nutrientes en forma de abonos orgánicos o químicos. Las plantas necesitan nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y azufre en diferentes capacidades a través de sus fertilizantes.
Hablando de fertilizantes y sus usos, la mayoría de nosotros no sabría el efecto de la cafeína en las plantas. Sí, la cafeína que contienen nuestro café y nuestros chocolates de la mañana. Los científicos e investigadores están muy intrigados por descubrir el efecto de la cafeína en el crecimiento de las plantas. Se dice que la cafeína, cuando se añade directamente a la tierra del jardín o como abono, mejora instantáneamente la calidad del suelo. Al contener un 2% de nitrógeno en volumen y al descomponerse para liberar más nitrógeno, la cafeína afecta al crecimiento de las plantas de forma óptima. Si prestamos mucha atención a la parte de la descomposición y luego procedemos, podemos hacer que sea absolutamente un gran abono orgánico. Como los posos de café no compostados pueden provocar un crecimiento atrofiado de las plantas, es mejor aprovechar para añadirlos al cubo de compostaje y permitir que los microbios los descompongan. Por lo tanto, la cafeína afectará al crecimiento de las plantas, pero depende del uso que se le dé: será positivo o negativo.
Al igual que en los humanos, se dice que la cafeína afecta a las plantas actuando como un estimulante químico. Se dice que también aumenta los procesos biológicos en las plantas. Se ha descubierto que cuando se añade cafeína al suelo, el proceso de fotosíntesis tiende a acelerarse y lo mismo ocurre con el proceso de absorción de agua y nutrientes del suelo. Afecta al nivel de ph del suelo y hace que éste sea de naturaleza ácida, lo que parece ser perjudicial para algunas plantas. Además, los investigadores han demostrado que el uso de la cafeína en las plantas puede dar lugar inicialmente a que se muestren tasas de crecimiento celular estables, pero más tarde comienza a matar estas células, lo que finalmente hace que la planta muera o que se produzca un crecimiento atrofiado.
No muchos de nosotros sabemos que la cafeína también actúa como un repelente de insectos. Se dice que mata las babosas y los caracoles de su jardín. Además de estos insectos, también mata las larvas de los mosquitos, los gusanos del cuerno, los insectos del algodoncillo y las larvas de las mariposas. La cafeína que se añade a las plantas suprime las enzimas del sistema nervioso de los insectos e interfiere en su consumo de alimentos y en su reproducción, lo que acaba provocando su muerte. Sorprendentemente, también se dice que altas dosis de cafeína son tóxicas para los insectos cuando éstos se acercan a una planta de café para buscar el néctar de las flores de café. El aroma de los granos de café es lo que atrae o atrapa a los insectos cuando se acercan a ese dulce néctar, y acaban cayendo en la trampa de la toxicidad de la cafeína. Pero los insectos de hoy en día se están convirtiendo en los más inteligentes, sus receptores gustativos que les han ayudado a evolucionar son útiles para identificar las plantas con cafeína y evitarlas.
Por último, se dice que los granos llenos de cafeína son ricos en potasio, lo que atrae a las lombrices de tierra, el mejor amigo de todo jardín. Además, la liberación de nitrógeno es una ventaja añadida, que aumenta el crecimiento de la planta e introduce a la planta en sus otros nutrientes compañeros tan necesarios.