Almizcle, sustancia obtenida del ciervo almizclero macho y que tiene un olor penetrante y persistente. Se utiliza en los más altos grados de perfumería por sus características de olor, su capacidad de permanecer en evidencia durante largos períodos de tiempo y su capacidad de actuar como fijador. Su calidad varía según la estación y la edad del animal del que se obtiene. En la India y en algunas partes del Lejano Oriente, se han atribuido al almizcle efectos afrodisíacos, estimulantes y antiespasmódicos.
El almizcle se obtiene de la vaina del almizcle, una glándula prepucial situada en una bolsa, o saco, bajo la piel del abdomen del ciervo almizclero macho. El almizcle fresco es semilíquido pero se seca hasta convertirse en un polvo granulado. Suele prepararse para su uso en perfumes haciendo una tintura en alcohol puro. Después de reposar durante varios meses, esta solución imparte carácter, fuerza y tenacidad al perfume.
El principio oloroso del almizcle es la muscona (muskone), o 3-metilciclopentadecanona. La muscona y otros compuestos que producen el olor del almizcle han sido sintetizados y utilizados en los perfumes.