Ansiedad y Trastornos Compulsivos en Perros

Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) en Perros

El trastorno compulsivo se caracteriza por una secuencia repetitiva y relativamente invariable de actividades o movimientos que no tiene un propósito o función obvia. Aunque el comportamiento suele derivar de conductas normales de mantenimiento (como el aseo, la alimentación y el paseo), el comportamiento repetitivo interfiere con el funcionamiento normal de la conducta. Se denomina «TOC» o «Trastorno Obsesivo-Compulsivo»

Los comportamientos obsesivo-compulsivos más comúnmente observados son dar vueltas, perseguirse la cola, automutilarse, alucinar (morder moscas), dar vueltas, correr por la valla, morder el pelo/aire, pica (apetito por sustancias no alimentarias como la suciedad, las piedras o las heces), pasearse, mirar fijamente y vocalizar. Algunos perros también muestran el potencial de agresión.

Ninguna raza, género o edad de perro tiene más probabilidades de padecer trastornos obsesivo-compulsivos, aunque el tipo específico de TOC mostrado puede verse afectado por la raza, como por ejemplo, dar vueltas en contraposición a la automutilación. Al igual que ocurre con otros trastornos de ansiedad, la aparición del TOC comienza pronto, entre los 12 y los 24 meses de edad, a medida que el perro va madurando (generalmente se define como algo que ocurre entre los 12 y los 36 meses de edad en los perros). Si observa signos tempranos de comportamiento obsesivo en su perro, y éste desciende de una línea en la que otros perros están afectados, la intervención temprana es fundamental.

Síntomas y tipos

  • Señales de automutilación – falta de pelo, piel en carne viva, se centran comúnmente en la cola, las extremidades anteriores y distales
  • El comportamiento del perro se intensifica con el tiempo y no puede ser interrumpido incluso con la restricción física, aumenta en frecuencia o duración, e interfiere con el funcionamiento normal
  • La persecución frecuente de la cola, especialmente si falta la punta de la cola (sin embargo, no todos los perros que persiguen la cola se la mutilan)
  • Puede observarse en perros jóvenes, pero la aparición es más común durante la madurez social; el carácter lúdico disminuye con la edad, el TOC aumenta
  • Un foco solitario puede haber parecido estimular el comportamiento (por ejemplo, persiguiendo un ratón que el paciente no pudo atrapar) – pero normalmente no es evidente ninguna causa directa
  • Puede ver autolesiones inducidas y la falta de condición que puede estar asociada con el aumento de la actividad motora y comportamientos repetitivos
  • El comportamiento empeora con el tiempo

Causas

  • La enfermedad o la condición física dolorosa puede aumentar las ansiedades de un perro y contribuir a estos problemas
  • La perrera y el confinamiento pueden estar asociados con el giro
  • Degenerativo (por ejemplo, el envejecimiento y los cambios relacionados con el sistema nervioso), anatómicas, infecciosas (principalmente las condiciones virales del sistema nervioso central) y tóxicas (por ejemplo, el envenenamiento por plomo) pueden conducir a los signos, pero el comportamiento anormal probablemente tiene su origen en la actividad química del sistema nervioso anormal primaria o secundaria

Diagnóstico

Su veterinario realizará un examen físico completo en su perro. Tendrá que dar una historia completa de la salud de su perro, incluyendo una historia de fondo de los síntomas, cualquier información que tenga sobre la línea familiar de su perro, y los posibles incidentes que podrían haber precipitado el comportamiento. Su veterinario ordenará un perfil químico de la sangre, un recuento sanguíneo completo, un panel de electrolitos y un análisis de orina con el fin de descartar las causas físicas subyacentes o la enfermedad.

Tratamiento

Si todas las pruebas físicas no confirman una causa para el comportamiento, se puede consultar a un veterinario conductista. El tratamiento se lleva a cabo generalmente de forma ambulatoria, sin embargo, si su perro está mostrando la auto-mutilación severa y las lesiones auto-inducidas, es posible que tenga que ser hospitalizado. Su perro tendrá que ser protegido del entorno hasta que los medicamentos contra la ansiedad alcancen niveles efectivos, lo que puede requerir días o semanas de terapia, supervisión constante, estimulación y cuidados. La sedación puede ser necesaria en los casos graves.

Su veterinario le recetará medicamentos contra la ansiedad junto con un programa de modificación del comportamiento. Si es posible, grabe a su perro en vídeo tan pronto como comience el comportamiento. Un patrón puede llegar a ser claro. Cualquier enfermedad de la piel con picor debe ser diagnosticada por su veterinario, ya que el picor y el dolor/malestar están relacionados con la ansiedad.

La modificación de la conducta se orientará a enseñar al perro a relajarse en una variedad de entornos ambientales, y a sustituir el comportamiento obsesivo-compulsivo por un comportamiento tranquilo, competitivo o deseado. La desensibilización y el contracondicionamiento son más efectivos cuando se instituyen de forma temprana, por lo que es esencial comenzar con estas técnicas tan pronto como se dé cuenta de los comportamientos compulsivos de su perro. El adiestramiento puede ir acompañado de una señal verbal que indique al perro que ejecute un comportamiento que compita con el anormal (por ejemplo, en lugar de dar vueltas, se le enseña a relajarse y tumbarse con la cabeza y el cuello estirados en el suelo cuando se le dice «cabeza abajo»).

Debe evitarse el castigo, ya que puede provocar una mayor ansiedad y puede empeorar el comportamiento, o hacer que el perro sea más reservado. Tampoco debe utilizarse el confinamiento o la restricción física excesiva ante la ansiedad provocada. Evite los vendajes, los collares, los aparatos ortopédicos y las jaulas; todos ellos sirven para centrar más al perro en el centro de su angustia y harán que se sienta peor. Si estos son necesarios para asegurar la curación, deben ser utilizados por una cantidad mínima de tiempo o como su veterinario recomienda.

Vida y Manejo

Monitorear los comportamientos a través de la grabación de vídeo semanal y / o registros escritos, con los tiempos, fechas, y el comportamiento que conduce a la conducta obsesiva rastreado. Esto proporcionará evaluaciones imparciales del cambio y ayudará a modificar los planes de tratamiento. Su veterinario programará visitas bianuales con usted y su perro para obtener recuentos sanguíneos completos, un perfil bioquímico y un análisis de orina, para asegurarse de que el organismo está sano y no contribuye a la ansiedad o angustia de su perro. Observe si hay vómitos, malestar gastrointestinal y respiración rápida. Si se identifican estos síntomas, póngase en contacto con su veterinario.

Los medicamentos pueden tardar varias semanas en mostrar un efecto sobre el comportamiento objetivo – el primer signo de eficacia puede ser los cambios en la duración o la frecuencia de los ataques en lugar del cese total de los comportamientos no deseados. Establecer unas expectativas de cambio realistas le ayudará a gestionar el resultado de la intervención conductual y médica. Las recaídas son comunes y son de esperar durante situaciones estresantes o nuevas.

No intente tranquilizar a su mascota diciéndole que no tiene que dar vueltas, masticar o realizar otros comportamientos repetitivos; esto premia inadvertidamente el comportamiento repetitivo. Premie al perro sólo cuando no esté realizando el comportamiento y esté relajado. Sin embargo, el comportamiento no debe ser ignorado por completo. Si no se trata, estas condiciones casi siempre progresan a niveles más serios.

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