Tratamiento del cáncerEditar
Los antimetabolitos pueden utilizarse en el tratamiento del cáncer, ya que interfieren en la producción de ADN y, por tanto, en la división celular y el crecimiento del tumor. Dado que las células cancerosas pasan más tiempo dividiéndose que otras células, la inhibición de la división celular perjudica más a las células tumorales que a otras. Los fármacos antimetabolitos se utilizan habitualmente para tratar la leucemia, los cánceres de mama, ovario y tracto gastrointestinal, así como otros tipos de cáncer. En el Sistema de Clasificación Química Terapéutica Anatómica los fármacos antimetabolitos contra el cáncer se clasifican en la categoría L01B.
Los antimetabolitos generalmente perjudican la maquinaria de replicación del ADN, ya sea por la incorporación de nucleótidos químicamente alterados o por el agotamiento del suministro de desoxinucleótidos necesarios para la replicación del ADN y la proliferación celular.
Ejemplos de antimetabolitos de medicamentos contra el cáncer incluyen, pero no se limitan a los siguientes:
- 5-Fluorouracilo (5-FU)
- 6-Mercaptopurina (6-MP)
- Capecitabina (Xeloda®)
- Citarabina (Ara-C®)
- Floxuridina
- Fludarabina
- Gemcitabina (Gemzar®)
- Hidroxicarbamida
- Metotrexato
- Pemetrexed (Alimta®)
- Fototrexato
Anti-metabolitos se hacen pasar por una purina (azatioprina, mercaptopurina) o una pirimidina, sustancias químicas que se convierten en los bloques de construcción del ADN. Impiden que estas sustancias se incorporen al ADN durante la fase S (del ciclo celular), deteniendo el desarrollo normal y la división celular. Los antimetabolitos también afectan a la síntesis del ARN. Sin embargo, dado que la timidina se utiliza en el ADN pero no en el ARN (donde se utiliza el uracilo en su lugar), la inhibición de la síntesis de timidina a través de la timidilato sintasa inhibe selectivamente la síntesis de ADN sobre la de ARN.
Debido a su eficacia, estos fármacos son los citostáticos más utilizados. La competencia por los sitios de unión de las enzimas que participan en los procesos biosintéticos esenciales y la posterior incorporación de estas biomoléculas a los ácidos nucleicos, inhibe su función normal en las células tumorales y desencadena la apoptosis, el proceso de muerte celular. Debido a este modo de acción, la mayoría de los antimetabolitos tienen una alta especificidad del ciclo celular y pueden dirigirse a la detención de la replicación del ADN de las células cancerosas.
AntibióticosEditar
Los antimetabolitos también pueden ser antibióticos, como los fármacos sulfanilamidas, que inhiben la síntesis de dihidrofolato en las bacterias al competir con el ácido paraaminobenzoico (PABA). El PABA es necesario en las reacciones enzimáticas que producen el ácido fólico, que actúa como coenzima en la síntesis de purinas y pirimidinas, los componentes del ADN. Los mamíferos no sintetizan su propio ácido fólico, por lo que no se ven afectados por los inhibidores del PABA, que matan selectivamente a las bacterias. Las sulfanilamidas no son como los antibióticos utilizados para tratar las infecciones. En cambio, actúan cambiando el ADN del interior de las células cancerosas para impedir que crezcan y se multipliquen. Los antibióticos antitumorales son una clase de fármacos antimetabolitos no específicos del ciclo celular. Actúan uniéndose a las moléculas de ADN e impidiendo la síntesis de ARN (ácido ribonucleico), un paso clave en la creación de proteínas, que son necesarias para la supervivencia de las células cancerosas.
Las antraciclinas son antibióticos antitumorales que interfieren con las enzimas que participan en la copia del ADN durante el ciclo celular.
Los ejemplos de antraciclinas incluyen:
- Daunorubicina
- Doxorrubicina (Adriamycin®)
- Epirubicina
- Idarubicina
Los antibióticos antitumorales que no son antraciclinas incluyen:
- Actinomicina-D
- Bleomicina
- Mitomicina-C
- Mitoxantrona
- Fototrexato
Otros usosEditar
Antimetabolitos, en particular la mitomicina C (MMC), se utilizan habitualmente en América y Japón como complemento de la trabeculectomía, un procedimiento quirúrgico para tratar el glaucoma.
Se ha demostrado que los antimetabolitos disminuyen la fibrosis de las zonas operatorias. Así, se está investigando su uso tras la dacriocistorrinostomía externa, un procedimiento para el tratamiento de la obstrucción del conducto nasolagrimal.
La aplicación intraoperatoria de antimetabolitos, concretamente mitomicina C (MMC) y 5-fluorouracilo (5-FU), se está probando actualmente por su eficacia en el tratamiento del pterigión.