La remodelación cardíaca es generalmente aceptada como un determinante del curso clínico de la insuficiencia cardíaca (IC). Definido como la expresión del genoma que da lugar a cambios moleculares, celulares e intersticiales y que se manifiesta clínicamente como cambios en el tamaño, la forma y la función del corazón resultantes de la carga o la lesión cardíaca, el remodelado cardíaco está influido por la carga hemodinámica, la activación neurohormonal y otros factores que aún se están investigando.
Aunque los pacientes con un remodelado importante demuestran un empeoramiento progresivo de la función cardíaca, la ralentización o la inversión del remodelado sólo se ha convertido recientemente en un objetivo del tratamiento de la IC. Otros mecanismos distintos del remodelado pueden influir en la evolución de la enfermedad cardíaca, y la progresión de la enfermedad puede producirse de otras maneras en ausencia de remodelado cardíaco.
Los datos sobre el volumen telediastólico y telesistólico del ventrículo izquierdo y la fracción de eyección respaldan los efectos beneficiosos de agentes terapéuticos como los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA) y los bloqueantes beta-adrenérgicos en el proceso de remodelado. Estos agentes también aportan beneficios en términos de morbilidad y mortalidad. Aunque la medición de la fracción de eyección puede guiar de forma fiable el inicio del tratamiento en la IC, las opiniones difieren en cuanto al valor de los datos de la fracción de eyección para guiar el tratamiento en curso. El papel de la ecocardiografía o de las imágenes con radionúclidos en el tratamiento y la monitorización de la IC todavía no está claro.
Para apreciar plenamente los beneficios potenciales de las terapias de la IC, los médicos deben comprender la relación entre el remodelado y la progresión de la IC. A su vez, sus pacientes pueden adquirir una mejor comprensión de su enfermedad y de los tratamientos que se les administran.