Billy Martin

Alfred Manuel «Billy» Martin, Jr. (16 de mayo de 1928 – 25 de diciembre de 1989) jugó en la segunda base y como utility infielder durante 11 temporadas, pero dejó su verdadera huella en el béisbol de las Grandes Ligas como mánager durante 20 años y en seis equipos diferentes. Billy comenzó su carrera en 1950 con los Yankees de Nueva York y se convirtió en un jugador de diario en 1952. Jugó para los Yankees (1950-1953, 1955-1957), los Kansas City Athletics (1957), los Detroit Tigers (1958), los Cleveland Indians (1959), los Cincinnati Reds (1960), los Milwaukee Braves (1961) y los Minnesota twins (1961). Fue miembro de cinco equipos de los Yankees campeones de la Liga Americana y ganó la Serie Mundial en cuatro ocasiones (1951-1953, 1956). En 1956, Billy bateó .296 en la postemporada con dos jonrones y tres carreras impulsadas, lo que le valió el premio Babe Ruth de 1953 como «jugador con mejor rendimiento en la postemporada». También fue nombrado para el Juego de las Estrellas de la MLB de 1956. Billy Martin terminó su carrera como jugador después de la temporada de 1961 con un promedio de bateo de .257, tuvo 877 hits incluyendo 137 dobles y 64 jonrones, anotó 425 carreras e impulsó 333 RBI. En 1969, Billy fue contratado para dirigir a los Minnesota Twins y llevó al equipo del séptimo al primer lugar en una temporada. Tuvo la habilidad de dar la vuelta a los equipos, pero también tuvo la habilidad de ser despedido. En sus 19 años de carrera como entrenador, dirigió a los Mellizos (1969), los Tigres (1971-1973), los Rangers de Texas (1973-1975), los Atléticos de Oakland (1980-1982) y los Yankees de Nueva York en cinco ocasiones distintas a lo largo de diez años (1975-1978, 1979, 1983, 1985, 1988). La volátil relación de Billy con el propietario de los Yankees, George Steinbrenner, y con el bateador del Salón de la Fama de los Yankees, Reggie Jackson, fue legendaria y se recordará siempre entre los aficionados de Nueva York. Billy Martin compiló un récord de 1,253-1,013 en 2,267 juegos durante 16 años como gerente de las Grandes Ligas, ganó dos banderines de la Liga Americana (1976, 1977) y una Serie Mundial (1977).

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