De todas las conversaciones desafiantes que hay que tener en el lugar de trabajo, decirle a un compañero que huele mal es la más incómoda, dice la experta en etiqueta Julie Blais Comeau.
Blais Comeau, propietaria de etiquettejulie.com y autora de Etiquette: Confianza & Credibilidad, explica que el olor corporal en el lugar de trabajo puede tener a menudo graves consecuencias. Las personas afectadas por el olor pueden tener dificultades para concentrarse y desarrollar dolores de cabeza o alergias.
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Pero antes de tener la conversación, hay que tener en cuenta algunas consideraciones, dice el experto, entre ellas considerar opciones alternativas.
Aquí tienes algunos pasos a seguir:
Revisar las políticas del lugar de trabajo
Decirle a alguien que tiene olor corporal es incómodo, así que considera enviar el mensaje de otras maneras menos directas primero.
Una manera de hacerlo es revisar las políticas del lugar de trabajo sobre el olor, y enviar un memorando recordatorio, sugiere Blais Comeau. Por ejemplo, si alguien lleva demasiado perfume, envíe por correo electrónico un memorándum general recordando a todo el personal la política de ausencia de olores.
Incluso si no encuentra una política aplicable, es bueno volver a comprobar cuáles son las reglas antes de tener la conversación.
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Piensa en las repercusiones
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Es importante tener en cuenta cómo reaccionará la persona al escuchar que tiene olor corporal. Podrían tomarlo como una discriminación o una intimidación.
A veces, ese puede ser el caso, dice Blais Comeau, explicando que el compañero de trabajo puede pensar que tiene que ver con su cultura o con la comida. También alguien podría pensar que tiene que ver con su nivel o rendimiento en la empresa.
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«¿Cómo podría repercutir en la otra persona?». pregunta Blais Comeau.
En situaciones más delicadas, la experta en etiqueta dice que hay que consultar primero a un superior.
Tenga una conversación individual
Las conversaciones sobre el olor corporal deben ser privadas, aconseja Blais Comeau.
«Si se trata de alguien con quien tienes buena relación, mantén la conversación», dice, y añade que no es necesario que intervenga un superior.
Otros métodos, como una nota anónima dejada en un escritorio, pueden hacer que la persona se sienta atacada o aislada, añade. También es posible que tengan un problema mayor -problemas de dinero o falta de lavadora- del que necesiten hablar.
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Qué decir
Una vez que has decidido tener la conversación, enviar el mensaje de la manera más empática es la principal preocupación.
Blais Comeau dice que una buena manera de empezar es decir: «Lo que tengo que decir es difícil, pero si fuera yo me gustaría saberlo.»
Sugiere que usar el término «olor inusual» es más apropiado que «oler» o «apestar».
Después de dar la noticia, es bueno disculparse en caso de que los hayas ofendido, y luego ofrecer rápidamente cualquier ayuda.