Cómo establecer una intención

Este año, el equipo de Pattern está pensando en intenciones en lugar de resoluciones. Es un cambio sutil, pero hemos comprobado una y otra vez que los cambios sutiles pueden tener efectos profundos.

Con este cambio, nos centramos en las acciones diarias más que en los resultados, en la motivación intrínseca más que en la extrínseca, y en los factores que podemos controlar más que en los externos.

En el pasado, nuestros propósitos se han centrado con demasiada frecuencia en las presiones externas y en las expectativas que otros establecen para nosotros.

Hemos aprendido que es importante considerar lo que realmente mejora la vida. Porque muchos de nosotros nos hemos preguntado, cuando hemos marcado todas las casillas y completado cada tarea, por qué nos quedamos con esa sensación de vacío de que nos falta algo.

Así que tómate esto como una oportunidad para conocerte mejor. Cuando estableces tu rumbo teniendo en cuenta las partes más fundamentales de tu vida y tu carácter, te abres a una profunda sensación de plenitud.

Aquí tienes una guía para establecer y cumplir tus intenciones para el nuevo año.

Considera tu porqué.

Empieza por establecer tus intenciones en torno a lo que amas. Las intenciones son simplemente esperanzas de cómo te gustaría actuar. Y esas acciones deben ser coherentes con una vida que realmente disfrutes. Cuando hagas una lluvia de ideas, pregúntate: ¿es esto realmente
algo que te traerá un disfrute duradero, felicidad o satisfacción? O bien, ¿sólo lo traes al nuevo año por una versión de ti mismo que creíste que debías ser en algún momento?

Piensa a pequeña escala.

Si puedes convertir tus intenciones en hábitos, será más fácil encarnar esas intenciones. La constancia graba el hábito en tu cerebro, mientras que agotarte una vez cada dos semanas hace que los hábitos sean muy difíciles de mantener. Digamos que te propones empezar a leer más este año. Piensa en una cantidad de tiempo razonable que podrías dedicar a la lectura. A continuación, establezca la intención de leer la mitad de ese tiempo de forma más regular.

Especifique.

Seamos sinceros. A veces los hábitos que queremos mantener no son los más fáciles. A menudo disfrutamos de ciertas actividades sólo cuando hemos empezado. Incluso nuestras cosas favoritas pueden conllevar cierta fricción. Escribir tus hábitos con especificidad puede ayudarte a imaginar cómo será, para que superes ese obstáculo. Prueba a escribir, Tengo la intención de para en cada.

Deja entrar a los demás.

Las culturas occidentales tienden a centrarse en la naturaleza individual de las actividades, y es romántico pensar en ellas como una especie de penitencia solitaria. Comprueba qué se siente al comunicar a un amigo o a un ser querido algo que estás intentando hacer. Luego, mira si hay alguna forma de que participen. Crearás una oportunidad de pasar tiempo de calidad, y potencialmente harás que tu intención sea más divertida. A menos que tu intención sea encontrar más soledad. Entonces haz eso. Respeta.

Celebra los hitos.

Un posible inconveniente de las intenciones y los hábitos positivos es que no siempre conllevan recompensas inmediatas. Los propósitos, en cambio, vienen acompañados de grandes celebraciones al final, pero eso hace que tu foco de atención quede muy lejos. Si puedes regalarte pequeñas bondades en el camino, puedes hacer que las intenciones sean gratificantes, sin mirar demasiado al futuro. Si te propones meditar más, podrías tomar tu café directamente después de meditar cada mañana. O, si te propones correr más, podrías invitarte a una buena cena cada diez carreras. Intenta que estas recompensas no dependan de una racha, o de hacer algo todos los días, ya que eso no conduce a una relación sana con la actividad.

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