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¿Cómo saber si un ópalo es auténtico? Por qué es tan importante saberlo?
El ópalo real es una piedra muy valorada, y nunca es un buen día cuando resulta que compraste un ópalo falso porque no lo sabías. El ópalo es una versión amorfa e hidratada del mineral de sílice, y esta forma tiene un contenido real de agua (entre el tres y el veintiuno por ciento). Se clasifica formalmente como un mineraloide y puede encontrarse en las fisuras de las rocas. Algunas de las rocas en las que se puede formar el ópalo son el basalto, la limonita, la riolita y la marga.
El suministro más importante de ópalo se extrae en Australia, y también resulta ser la piedra preciosa nacional del subcontinente. Lo que hace que el ópalo sea diferente de todas las demás gemas que se suelen recoger es por su contenido en agua; tiende a difractar la luz.
El ópalo auténtico viene en muchos colores, desde el blanco, el amarillo, el naranja, el marrón, el magenta, etc.
El más raro de todos es el de tonalidades negras y rojas, y puede estar seguro de que los ópalos rojos y los negros son los más valiosos y apreciados en el mundo de la joyería.
El ópalo incoloro, llamado «potch», no muestra ningún matiz o insinuación de ningún color, por lo que se denomina «ópalo común».
El ópalo precioso, o el tipo utilizado en joyería, suele presentar una interacción muy compleja de diferentes colores. La interacción se debe a la estratificación de las moléculas del ópalo intercaladas con la cristalización física del mineraloide.
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Detectar el ópalo real frente al falso
Hay varias maneras de comprobar si la piedra preciosa que tiene es la verdadera.
1.Compruebe si el ópalo tiene un revestimiento o respaldo blanco o negro
Primero, compruebe si el ópalo tiene un revestimiento o respaldo blanco o negro. Si lo tiene, entonces la combinación de minerales está hecha por el hombre, y dependiendo del número de colores que tenga, puede tener un doblete o un triplete. El doblete o el triplete no son necesariamente falsos, pero usted no tiene ópalo puro.
Cuando el ópalo se une para convertirse en un doblete o triplete, se utilizan otros minerales para completar la construcción, y la adhesión es hecha por el hombre. Los laboratorios y los fabricantes también utilizan respaldos de plástico para estas construcciones.
2.Compruebe el lado del ópalo
¿Ve capas finas que parecen haber sido adheridas unas a otras? Este es otro caso de fusión hecha por el hombre, y sí, puedes tener un doble o triplete – de nuevo. El ópalo precioso puro no se adhiere a otras gemas.
Otro signo de que puede estar sosteniendo una construcción de ópalo modificada o hecha por el hombre es inspeccionando el dorso del espécimen. El ópalo modificado o fabricado por el hombre suele tener un reverso de plástico liso. El ópalo real, debido a su formación natural, no tendrá un reverso completamente plano y suave.
Una pequeña cantidad de ópalo precioso suele estar unida a una muestra de su roca huésped (también llamada el canto rodado marrón) o a algún otro material de soporte como el vidrio o incluso la vitrolita. La presencia de cualquier contenido adicional que esté adherido al cuerpo principal del ópalo indica una fuerte modificación por parte del fabricante.
3.Compruebe la superficie del ópalo precioso
El ópalo precioso auténtico no tiene un aspecto vidrioso, aunque sea un mineraloide. Un acabado aparentemente pulido probablemente signifique que el ópalo fue recubierto o estratificado con otra capa, ya sea para protegerlo o para cambiar su estética. Se utilizan diversos materiales para recubrir las construcciones de ópalo en capas. Algunos fabricantes utilizan plástico, mientras que otros cubren los ópalos preciosos con cristal bien pulido.
No importa lo pulido que esté el cristal, sigue siendo cristal, y se adhiere a la gema. Si examina el ópalo desde un lado y puede ver fácilmente a través de la primera capa, es probable que tenga en sus manos un triplete.
También hay ópalos sintéticos en el mercado. Estos pueden ser difíciles de diferenciar de los auténticos o naturales porque están pensados para simular el mineraloide natural. Un gemólogo capacitado o un joyero experto le dirá si el espécimen es un ópalo precioso o un ópalo sintético.
4.Prueba visual
Otra prueba visual que es interesantemente precisa es la prueba de niebla de agua.
Sumergir el ópalo en agua durante algún tiempo y dejar que la pieza absorba algo de agua. Si tiene un triplete o un doblete en la mano, parte del agua empezará a filtrarse entre las capas de adherencia (hay al menos una capa de adherencia) y provocará el empañamiento. Inmediatamente verá la filtración de la humedad entre las láminas cuando sostenga la pieza para su inspección en presencia de una luz natural intensa.
De nuevo, esto no significa que el ópalo sea falso; significa que no está hecho completamente del mineraloide.
¿Es correcto decir que el ópalo sintético es falso?
En realidad no, pero hay que señalar aquí que las gemas sintéticas no tienen el mismo valor que el ópalo precioso extraído de las minas, porque se cultivan en un laboratorio.
Las piedras preciosas cultivadas en laboratorio se consideran alternativas de primera calidad, y además son mucho más baratas que las piedras preciosas naturales. La misma regla se aplica si usted compra otros tipos de gemas como los diamantes. Los diamantes cultivados en laboratorio son decididamente menos costosos, y son químicamente idénticos a los diamantes que se producen naturalmente en las profundidades de la superficie de la Tierra.
Otra cosa que usted tiene que saber acerca de los ópalos cultivados en laboratorio es que a veces, los fabricantes añaden materiales de aumento a ellos. Así que, químicamente hablando, cuando esto sucede, la gema cultivada en laboratorio ya no es químicamente idéntica al ópalo precioso extraído. La principal característica que permite distinguir los ópalos sintéticos de los naturales es su mayor porosidad. La densidad de las gemas cultivadas en laboratorio también es mucho menor que la del sílice natural, lo que hace que el producto final sea más ligero y más poroso.
Cuando se examinan con un microscopio, los ópalos cultivados en laboratorio también presentan estructuras de color súper uniformes. Las gemas naturales, precisamente porque se formaron por flujos de presión y temperatura, tendrán irregularidades naturales dentro de sus estructuras mineraloides. Si hace brillar un ópalo sintético con luz ultravioleta, tampoco brillará.
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