Cómo se deshicieron de la deuda

La refinanciación de los préstamos estudiantiles fue el comienzo del viaje de pago para Neal y Laura Fogarty. A continuación, se lanzaron a la caza de gastos que recortar para poder destinar cada dólar extra a deshacerse de la deuda, liquidando 36.600 dólares en ocho años.

La promesa de un nuevo comienzo en su vida -con una casa y una familia- impulsó a Caitlin Forni a tomarse más en serio el pago de su deuda. Pagó 123.000 dólares en préstamos para estudiantes y automóviles en nueve años.

Cuando Kendall Berry y su marido empezaron a planificar los hijos, se pusieron serios para pagar sus deudas. He aquí cómo se deshicieron de casi 54.000 dólares en menos de un año.

DeShena Woodard, una enfermera de Texas, no tenía nada ahorrado y vivía al día hasta que cambió sus hábitos y pagó más de 50.000 dólares en casi tres años.

Brian y Lindsey Baldwin acabaron con 130.000 dólares en préstamos estudiantiles en poco menos de cuatro años, y aún así se dieron algunos caprichos para la familia por el camino.

Bernadette Joy y AJ Maulion pagaron la deuda estudiantil y dos hipotecas, la friolera de 309.800 dólares, mientras creaban un pequeño negocio. La receta: Vivir con un solo sueldo, celebrar las pequeñas victorias.

Cuando Steven Donovan no quiso introducir los números de su deuda en una aplicación de presupuesto, supo que tenía que actuar. Atacar su deuda más odiada le ayudó a pagar 118.000 dólares en cinco años.

El objetivo de Sarah McGowan: no tener deudas estudiantiles para cuando cumpliera 25 años. Manteniendo un estilo de vida frugal nada más salir de la universidad y trabajando cada vez que podía, McGowan se deshizo de algo más de 36.000 dólares de deuda en poco menos de dos años.

Sonia Sears terminó en números rojos mientras perseguía su «mejor vida» en la universidad y más allá. Pero conquistó su montaña de deudas trabajando más, viajando menos y volviendo a casa. Pagó 79.000 dólares en poco más de dos años.

Ben y Melissa Panter siempre fueron frugales, pero cuando se enfrentaron a una gran hipoteca y a los crecientes saldos de los préstamos estudiantiles, supieron que tenían que poner en marcha la frugalidad. Los Panter pagaron 127.000 dólares en casi cuatro años.

Natalie Tomko se propuso saldar 50.000 dólares de deudas de tarjetas de crédito antes de cumplir 30 años. Necesitó seis años, un plan de dificultades y el apoyo de la comunidad para lograrlo.

La deuda de 147.000 dólares de John Coyle le ayudó a financiar su carrera olímpica y, al conseguir un trabajo de seis cifras, la pagó en 15 años.

La recién graduada de la universidad Samantha Ealy pagó más de 70.000 dólares en poco menos de tres años – trabajando en múltiples empleos y a veces incluso descuidando su salud.

Una combinación de préstamos estudiantiles, un préstamo de coche, deudas de tarjetas de crédito y financiación de mejoras en el hogar dejó a los Browns con 72.000 dólares de deuda, lo que les obligó a crear un presupuesto.

Jesse Nuno fue despedido durante la crisis financiera y se retrasó en el pago de una hipoteca y de los préstamos del coche. Cara no podía pagar sus facturas por discapacidad. La pareja recurrió a un asesor de crédito para pagar 272.261 dólares en cinco años.

Ogechi Igbokwe no quería ser otra estadística de préstamos estudiantiles. Para prepararse para el éxito, vivió frugalmente y pagó 26.000 dólares en tres años.

Los recién casados Nicole y Andy Hill vieron en las deudas un obstáculo para alcanzar sus objetivos. La pareja convirtió la elaboración de presupuestos en una rutina y eliminó casi 50.000 dólares de deuda en un solo año.

Chelsea y Nate Day acabaron debiendo a la familia de ella 52.000 dólares después de una chapuza en la compra de una casa. La deuda familiar inquietaba a los Day, así que recortaron gastos para pagarla en seis meses.

La chef y escritora gastronómica Stephanie Stiavetti acumuló deudas para perseguir su sueño culinario. Pero sabía que si no ajustaba su estilo de vida, tendría una deuda de 64.000 dólares durante décadas.

A los 25 años, Carrie Smith Nicholson se encontró divorciada y con 14.000 dólares de deuda. Se dio cuenta de que tenía que conseguir un trabajo extra, recortar gastos y salir del agujero.

Después de la universidad, Kara Stevens se encontró con préstamos estudiantiles y deudas de tarjetas de crédito. Una vez que se informó sobre la deuda, Stevens decidió abordarla de frente, pagando 65.000 dólares en seis años.

Después de que Jackie Beck perdiera su trabajo y luchara por pagar la comida y la vivienda, se vio obligada a enfrentarse a sus deudas. Beck se obsesionó con los pequeños pagos y pagó 147.106 dólares en 10 años.

A los 23 años, Michelle Schroeder-Gardner había obtenido tres títulos universitarios, se había casado y comprado una casa. Se graduó con una deuda estudiantil de 38.000 dólares y decidió que la pagaría tan rápido como pudiera.

David Weliver no abordó su deuda de 80.000 dólares hasta que se enfrentó a una dolorosa elección: pagar el alquiler o la factura de la tarjeta de crédito. Consolidó las deudas, redujo su coste de vida y trabajó en un segundo empleo para pagarla en tres años.

Lauren, una derrochadora, se avergonzaba de que su marido, Mark, un ahorrador, supiera lo mal que había gestionado sus finanzas familiares. Una vez que lo admitió y cambió sus hábitos de gasto, pagaron 40.000 dólares en dos años.

Chris Peach y su esposa Andrea tocaron fondo cuando agotaron sus tarjetas de crédito y no pudieron pagar la comida. Peach, bombero de formación, aplicó un enfoque gradual para pagar 52.000 dólares en siete meses.

Brian Brandow tuvo su epifanía de la deuda cuando el padre de tres hijos tuvo que decir a su familia que no habría vacaciones ese año. Los Brandow habían agotado sus tarjetas de crédito. Utilizaron un plan de gestión de la deuda para pagar 109.000 dólares en cuatro años.

Como recién casados y recién graduados con una deuda de 20.000 dólares, Johnny y Joanna Galbraith estaban decididos a crear un plan de ataque y salir de los números rojos. Lo pagaron en un año y medio.

Laura Dobbins y su familia vivían en una casa de lujo con todos los atributos de la riqueza, pero tenían una deuda de casi 40.000 dólares. Redujeron su estilo de vida y empezaron a ahorrar, y en menos de dos años no tenían deudas.

Julie Mayfield y su marido se enfrentaron a una deuda de 18 años -que sumaba 59.000 dólares- para ayudar a financiar el primer año de universidad de su hija. Destinaron todo el dinero extra que tenían a la deuda y la pagaron en 22 meses.

Amanda Page se graduó con una deuda de 48.500 dólares en préstamos estudiantiles. Diez años más tarde, después de darse cuenta de que había pagado menos de 1.000 dólares de su saldo total, aceptó un trabajo extra y utilizó una estrategia de hacer «pagos monstruosos» para pagarlo en 14 meses.

Antes de casarse, Tracie Fobes se declaró en quiebra para librarse de las deudas. Pero cuando ella y su marido tuvieron su primer hijo, habían acumulado 37.000 dólares más. Las conversaciones abiertas sobre el dinero les llevaron a saldarlas en poco más de dos años.

Cherie Lowe y su marido, Brian, tenían más de 127.000 dólares de deuda repartidos entre préstamos de día de pago, facturas médicas y préstamos estudiantiles. El nacimiento de su segundo hijo provocó un cambio de estilo de vida, y en cuatro años se libraron de las deudas.

John Schneider y David Auten tenían años de experiencia en servicios financieros, pero aun así consiguieron acumular 51.000 dólares en deudas de tarjetas de crédito. Redujeron el gasto, utilizaron una transferencia de saldo y la pagaron en 18 meses.