Origen antiguoEditar
La fiesta tiene su origen en los antiguos rituales iraníes. Los antiguos iraníes celebraban la fiesta de Hamaspathmaedaya (Hamaspaθmaēdaya), los últimos cinco días del año en honor a los espíritus de los muertos, que hoy se conoce como Farvardinegan. Creían que los espíritus de los muertos vendrían para reunirse. Se honraba a los siete inmortales sagrados (Aməša Spənta) y se les ofrecía una despedida ritual formal al amanecer del Año Nuevo. La fiesta también coincidía con los festivales que celebraban la creación del fuego y de los seres humanos. En la época del Imperio sasánida, la fiesta se dividía en dos pentadas distintas, conocidas como el panje menor y el panje mayor. Poco a poco se fue desarrollando la creencia de que el «panje menor» pertenecía a las almas de los niños y de los que morían sin pecado, mientras que el «panje mayor» era para todas las almas.
Imperio QajarEditar
Una costumbre antaño en boga en Teherán era solicitar la intercesión del llamado «cañón de perlas» (Tup-e Morvārid) con motivo del Charshanbe Suri. Este pesado cañón, fundido por el fundidor Ismāil Isfahāni en 1800, bajo el reinado de Fath-Ali Shah de la dinastía Qajar, se convirtió en el centro de muchos mitos populares. Hasta la década de 1920, se encontraba en la plaza Arg (میدان ارگ, Meydān-e Arg), a la que los habitantes de Teherán solían acudir en masa con motivo del Charshanbe Suri. Las solteronas y las esposas sin hijos o infelices se subían y sentaban en el barril o se arrastraban bajo él, y las madres incluso hacían pasar por debajo a los niños maleducados y problemáticos en la creencia de que así curarían su picardía. Estas costumbres desaparecieron en la década de 1920, cuando el Cañón de Perlas fue trasladado al Club de Oficiales del Ejército. También había otro cañón de perlas en Tabriz. Las niñas y las mujeres solían atar sus dakhils (trozos de papel o tela con deseos y oraciones) a su cañón con motivo del Charshanbe Suri. En tiempos, el cañón se utilizaba como santuario para los fugitivos políticos o no políticos para ser inmunes a la detención o para protestar de los problemas familiares.
Sadegh Hedayat, un escritor iraní de prosa de ficción y cuentos, tiene un libro con el nombre de este cañón, Tup-e Morvārid, que critica las antiguas creencias del folclore iraní. En el libro también se menciona el origen del cañón de perlas.
Hoy en día, el cañón de perlas está colocado en la apertura del edificio número 7 del Ministerio de Asuntos Exteriores en la avenida Tir 30, y la Organización del Patrimonio Cultural de Irán sigue discutiendo con el ministerio para desplazar el cañón a un museo.