Coronas y puentes

Los puentes sustituyen uno o varios dientes perdidos. Consisten en un diente artificial anclado a los dientes naturales adyacentes. Si un diente se ha perdido por un accidente, o está demasiado deteriorado para salvarlo con una corona, un puente puede ser el tratamiento de elección. También debería preguntar a su dentista o prostodoncista sobre los implantes, que son otra forma de sustituir los dientes perdidos.
Las coronas y los puentes suelen estar hechos de porcelana y aleaciones metálicas. La porcelana es fuerte y puede hacerse del mismo color que los dientes naturales. Es resistente a las manchas y puede limpiarse si se mancha.
La aleación metálica se utiliza por su resistencia, dureza y durabilidad. Es especialmente útil para los molares, que deben soportar las fuerzas de la molienda y el aplastamiento. La aleación metálica y la porcelana son bien toleradas por la encía y la mejilla. Es raro que se produzca una reacción alérgica a la aleación metálica o a la porcelana.
Los dientes tienen muchas funciones además de masticar y morder, por lo que los dientes que faltan deben sustituirse por las siguientes razones:
– para mejorar la apariencia y el habla
– para evitar que las tensiones causen daños a otros dientes
– para evitar que los dientes cercanos al hueco se desplacen
– para mantener la mordida natural
– para mejorar la capacidad de masticación
Todos los dentistas de medicina general están cualificados para colocar coronas y puentes. Un dentista con formación especializada en coronas y puentes se denomina prostodoncista.
En función de su historial dental y médico, de las radiografías de sus dientes y mandíbulas y de un examen oral, su dentista o prostodoncista le recomendará el tratamiento más adecuado para usted. Necesitará al menos dos citas para la preparación y colocación de una corona o un puente. A veces un diente necesitará una obturación del conducto radicular, y quizás un poste o una base, antes del tratamiento con una corona o un puente.
Procedimiento
1. Toma de una impresión
En su primera visita, el dentista o prostodoncista toma una impresión de sus dientes superiores e inferiores para hacer un registro permanente de su aspecto y de cómo encajan cuando sus mandíbulas están cerradas (lo que se conoce como «oclusión»). Para hacer una reproducción exacta de los dientes superiores e inferiores, se rellena una cubeta con forma de mandíbula con un material blando parecido al gel, se empuja sobre los dientes y se mantiene en su sitio para que se fije durante tres a cinco minutos.
2. Preparación para un puente
Los pasos para preparar y colocar un puente son similares a los de una corona. Se da forma a los dientes de cada lado del hueco mediante un taladro.
A estos dientes se les colocan coronas, que sirven de anclaje para el diente de sustitución que se une a la estructura de las coronas adyacentes. A continuación, toda la pieza se cementa firmemente en su lugar.

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