La lesión de rodilla de Ben Roethlisberger, que se reavivó hace unas semanas, se ha convertido en una fuente de mayor preocupación dentro de la organización de los Steelers, según las fuentes, lo que limita aún más la movilidad del mariscal de campo en un momento en que Pittsburgh está lanzando el balón a un ritmo alarmante.
Los Steelers han intentado 104 pases en las últimas dos semanas. ¿Los resultados? Apenas derrotaron a los Ravens, devastados por el Covid, y luego perdieron ante Washington. Las fuentes dijeron que el equipo no tenía la intención de disolver el juego de carrera a ese grado y señalaron la amplia autonomía que Roethlisberger comanda para cambiar las jugadas en la línea de scrimmage como un factor principal en el desarrollo. El momento de retroceder tanto es extraño, dado el malestar que el mariscal de campo de 38 años ha estado experimentando en su rodilla, lo que le ha impactado en las prácticas y en los juegos.
El equipo hizo un esfuerzo concertado para tratar de sofocar la tendencia esta semana, dijeron las fuentes, y tiene la esperanza de que el regreso del centro Maurkice Pouncey y el corredor titular James Conner traerá más equilibrio a la ofensiva. Pero la larga y estrecha relación de Roethlisberger con el coordinador ofensivo Randy Fitchner ha sido la causa de algunas preocupaciones dentro de la franquicia, con el mariscal de campo concedido significativa latitud para alterar las llamadas en la línea de scrimmage como lo considere oportuno.
Pittsburgh ha tendido a ir a ritmo acelerado con una formación extendida durante largos tramos a la vez – a menudo un conjunto vacío – con Roethlisberger deshacerse de la pelota rápidamente en una ofensiva de pase corto e intermedio. Se ha convertido en algo predecible según algunos equipos que se han enfrentado a ellos recientemente y, aunque el envejecido mariscal de campo no está siendo golpeado mucho, está llevando a un enfoque más metódico que se está empantanando en la zona roja. Si a eso le sumamos la tendencia de Eric Ebron y Dionte Thompson a soltar el balón, los márgenes pueden ser escasos.
Roethlisberger llega al encuentro de la Semana 14 con Buffalo habiendo intentado 484 pases, la mayor cantidad en la NFL, mientras que se ubica apenas en el puesto 29 en yardas por intento, con 27 touchdowns y siete intercepciones. En las últimas cuatro semanas, los Steelers han intentado un asombroso número de 196 pases, 10 más que cualquier otro equipo, con Roethlisberger promediando menos de seis yardas por intento. Los Steelers están en el puesto 23 de la NFL en intentos de carrera esta temporada, y aunque están promediando sólo 3,72 yardas por acarreo hay una fuerte sensación dentro de la organización de que una mejor apariencia de equilibrio está en orden.
Especialmente con Roethlisberger enfermo, y frente a una defensa de los Bills que no tiene escasez de talento, los entrenadores y la oficina delantera esperan que haya menos controles en las jugadas de pase esta semana y en la recta final, ya que los Steelers aspiran al primer puesto en la AFC, y lo que sería un muy codiciado bye de primera ronda para el club plagado de lesiones.