Hay tres formas principales de azúcar que solemos consumir: glucosa, fructosa y sacarosa. Los azúcares son una importante fuente de energía para el cuerpo humano, así como un aditivo esencial en muchos procesos de preparación de alimentos.
La glucosa y la dextrosa son básicamente lo mismo. Los nombres «Glucosa» y «Dextrosa» se utilizan a menudo indistintamente. Conocida formalmente como monohidrato de dextrosa o D-glucosa, la dextrosa es el tipo más común de glucosa.
Glucosa – La principal fuente de energía del cuerpo
Cuando comemos, nuestro sistema digestivo descompone los alimentos para crear glucosa, que es la principal fuente de energía del cuerpo. La glucosa es la forma más común de azúcar simple que se encuentra en los organismos vivos. Una vez que consumimos glucosa y ésta es absorbida por la sangre, solemos referirnos a ella como glucosa en sangre o azúcar en sangre.
La glucosa es necesaria para que el cuerpo funcione correctamente y una subida o bajada repentina de nuestros niveles de azúcar en sangre puede producir efectos poco saludables. El cuerpo produce glucosa a partir de alimentos ricos en carbohidratos como el pan, las frutas y los productos lácteos.
También se puede obtener glucosa a demanda a partir de los suplementos de glucosa de liberación rápida, que son un tratamiento eficaz para la hipoglucemia, un trastorno caracterizado por un descenso del azúcar en sangre. Las personas con diabetes deben tener especial cuidado con sus niveles de glucosa.
¿Cómo procesamos la glucosa?
Nuestros niveles de azúcar en sangre suben y bajan en diferentes momentos del día, dependiendo de nuestras actividades físicas y de cuándo hemos comido por última vez. Obtenemos toda la glucosa que nuestro cuerpo necesita de los alimentos y bebidas que consumimos. El nivel de glucosa de una persona sana suele oscilar entre 4 y 7 mmol/l antes de comer.
Este nivel puede llegar a 8,5 – 9 mmol/l hasta dos horas después de comer. Para ayudar a las células a absorber la glucosa, el páncreas produce insulina, una hormona que descompone la glucosa. Cuando esto ocurre, los niveles de azúcar en sangre descienden hasta la siguiente comida.
La diabetes se produce cuando el cuerpo no produce cantidades suficientes de insulina o no puede utilizar eficazmente la insulina que se produce. Las personas que padecen esta enfermedad necesitan una fuente externa de insulina (principalmente mediante inyecciones de insulina) para regular sus niveles de glucosa.
Características moleculares de la glucosa
La glucosa se presenta de forma natural en dos tipos distintos de disposiciones moleculares conocidas como isómeros de L-glucosa y D-glucosa. Estos isómeros de la glucosa contienen ambos moléculas idénticas pero están dispuestos en un reflejo especular el uno del otro. Mientras que el isómero de la D-glucosa polariza la luz en el sentido de las agujas del reloj, el isómero de la L-glucosa polariza la luz en sentido contrario a las agujas del reloj.
La D-glucosa se encuentra de forma natural en plantas y vegetales. La L-glucosa, en cambio, no se encuentra en la naturaleza, pero puede sintetizarse en el laboratorio. La D-glucosa se conoce a menudo como dextrosa o dextro, son lo mismo y son bioquímicamente idénticos a la glucosa que nuestro cuerpo necesita.
Azúcares de origen natural
La dextrosa es una forma de glucosa que se encuentra en alimentos naturales como el maíz, las frutas y la miel. Aunque la dextrosa, la sacarosa y la fructosa son azúcares simples, el impacto de cada uno de ellos en los niveles de azúcar en sangre puede variar. Debido a su composición molecular, la dextrosa obtiene una puntuación de 100 en el índice glucémico, ya que eleva los niveles de glucosa en sangre muy rápidamente. En comparación, la sacarosa y la fructosa puntúan con 65 y 19 en la escala de IG.
La dextrosa también tiene un 20% menos de sabor dulce que la sacarosa, razón por la que ésta se utiliza a menudo como edulcorante en los alimentos procesados.
Según la Asociación del Azúcar, la mayor parte de la dextrosa en los alimentos se deriva del almidón de maíz. Se puede encontrar dextrosa en muchos alimentos, postres, bebidas, aperitivos y productos horneados. Es especialmente favorecida en la industria alimentaria por sus beneficios hinchantes y conservantes, al tiempo que deja el producto final moderadamente dulce.
Aumentar el nivel de azúcar en la sangre con dextrosa
La dextrosa es idéntica a la glucosa (los nombres pueden usarse indistintamente) y es eficaz para controlar los niveles bajos de azúcar en la sangre. A las personas con hipoglucemia o diabetes se les puede administrar dextrosa por vía oral o intravenosa para elevar sus niveles de azúcar en sangre muy rápidamente.
Efectos secundarios de la dextrosa
Un efecto secundario de la dextrosa es su capacidad para aumentar el azúcar en sangre por encima de los niveles aceptables – una condición conocida como hiperglucemia. Las personas con diabetes deben tener cuidado al tomar dextrosa, ya que podrían no ser capaces de procesarla tan rápidamente.
La regla de los 15 minutos
Se puede seguir la regla de los 15 minutos al administrar dextrosa como tratamiento de la hipoglucemia. Consuma 15 gramos de dextrosa y compruebe los resultados después de 15 minutos utilizando un gluco-metro. Continúe el proceso hasta que su nivel de azúcar en sangre se eleve por encima de 4 mmo/L.
Resumen
Bioquímicamente, la D-glucosa y la dextrosa son idénticas. Esto hace que la dextrosa sea la fuente de energía más eficiente para el organismo, ya que a diferencia de otros azúcares simples, la dextrosa puede ser absorbida directamente en el torrente sanguíneo para elevar los niveles de azúcar en sangre, lo que la convierte en un tratamiento de acción rápida para los diabéticos y las personas que sufren hipoglucemia.