El lenguaje figurado forma parte de nuestra comunicación cotidiana. Es la forma de hablar en la que se comunica una idea a través de otra y los términos utilizados tienen una relación con la idea originaria. Esta forma del lenguaje se conoce también como sentido figurado y es muy utilizada en textos literarios, especialmente en poesía. El sentido figurado se opone al sentido literal, en el que las palabras se emplean con su estricto significado.
Así, en un sentido literal diríamos «tengo mucha sed» y en un sentido figurado diríamos «me muero de sed». En general, el sentido figurado se utiliza para dar una especial expresividad al lenguaje y al mismo tiempo es una manera de decir algo con una cierta intensidad y originalidad. También se emplea para dar una imagen de una idea.
Expresiones que uno se limita
Pensemos en alguien que quiere decir algo pero decide reprimirse por algún motivo. En este caso, se diría que «se muerde la lengua» (aquí la imagen de morderse la lengua equivale a estar callado). Este tipo de locuciones no tienen dificultad entre los hablantes de un idioma, aunque pueden crear confusión entre aquellas personas que están aprendiendo una lengua. Es muy probable que un extranjero con escaso dominio del español se confunda con afirmaciones como «morirse de hambre», «tener la lengua larga» o «partirse de risa».
Distintos usos del sentido figurado
Cuando se habla de manera coloquial quienes intervienen en una conversación recurren al sentido figurado para dar énfasis a un mensaje o para expresar un sentido irónico a una idea. Imaginemos que entre un grupo de compañeros hay uno que se caracteriza por su mal humor y en esta circunstancia hay alguien que afirma «el león está apunto de rugir» (en este caso se hace referencia al individuo con mal humor).
En el contexto de la información periodística aparecen expresiones con un sentido figurado y de esta manera se consigue un mayor impacto informativo («El Madrid tira el campeonato por la borda» o «el corredor llegó a la meta hecho polvo»).
En el ámbito de la literatura
En la literatura es muy frecuente el uso de recursos estilísticos, con los que se pretende embellecer el lenguaje y dotarlo de una dimensión distinta a la habitual. De esta manera, con metáforas, metonimias y otros recursos es posible dar a las palabras un sentido figurado (por ejemplo, «la angustia del escritor frente a la hoja en blanco»).
Es en la poesía donde el sentido figurado adquiere una dimensión más elaborada, pues el poeta asocia palabras con ideas más allá del lenguaje corriente.