Desafío neurocientífico

La red de modo por defecto (a veces llamada simplemente red por defecto) se refiere a un grupo interconectado de estructuras cerebrales que, según la hipótesis, forman parte de un sistema funcional. La red por defecto es un concepto relativamente reciente, y por ello aún no existe un consenso completo sobre qué regiones cerebrales deben incluirse en una definición de la misma. No obstante, algunas estructuras que suelen incluirse son el córtex prefrontal medial, el córtex cingulado posterior y el lóbulo parietal inferior. Otras estructuras que pueden considerarse parte de la red son el córtex temporal lateral, la formación del hipocampo y el precúneo.

¿Qué es la red de modo por defecto y qué hace?

El concepto de red de modo por defecto se desarrolló después de que los investigadores observaran inadvertidamente niveles sorprendentes de actividad cerebral en participantes de experimentos que se suponía que estaban «en reposo», es decir, que no estaban ocupados en una tarea mental específica, sino simplemente descansando tranquilamente (a menudo con los ojos cerrados). Aunque la idea de que el cerebro está constantemente activo (incluso cuando no estamos inmersos en una actividad mental concreta) fue claramente expresada por Hans Berger en la década de 1930, no fue hasta la década de 1970 que el investigador del cerebro David Ingvar comenzó a acumular datos que mostraban que el flujo sanguíneo cerebral (una medida general de la actividad cerebral) durante los estados de reposo variaba según patrones específicos; por ejemplo, observó altos niveles de actividad en los lóbulos frontales de los participantes en reposo.

A medida que los métodos de neuroimagen se hacían más precisos, se siguieron acumulando datos que sugerían que la actividad durante los estados de reposo seguía un determinado orden; estos datos eran fáciles de obtener porque en muchos estudios de neuroimagen, pedir a los participantes que descansen en un estado de reposo se considera la condición de control. A principios de la década de 2000, Raichle, Gusnard y sus colegas publicaron una serie de artículos que intentaban definir de forma más específica las áreas del cerebro más activas durante estos estados de reposo. Fue en una de estas publicaciones donde utilizaron el término modo por defecto para referirse a esta actividad en reposo, fraseología que llevó a que las áreas cerebrales que mostraban actividad en modo por defecto fueran consideradas parte de la red de modo por defecto.

Así, la red de modo por defecto es un grupo de regiones cerebrales que parecen mostrar niveles más bajos de actividad cuando estamos ocupados en una tarea concreta como prestar atención, pero niveles más altos de actividad cuando estamos despiertos y no estamos involucrados en ningún ejercicio mental específico. Es durante estos momentos cuando podemos estar soñando despiertos, rememorando recuerdos, imaginando el futuro, vigilando el entorno, pensando en las intenciones de los demás, etc.: todas las cosas que hacemos a menudo cuando nos encontramos simplemente «pensando» sin ningún objetivo explícito de pensamiento en mente. Además, investigaciones recientes han empezado a detectar vínculos entre la actividad de la red de modos por defecto y trastornos mentales como la depresión, la ansiedad y la esquizofrenia. Además, terapias como la meditación han recibido atención por influir en la actividad de la red de modo por defecto, lo que sugiere que esto puede ser parte de su mecanismo para mejorar el bienestar.

El concepto de una red de modo por defecto no está exento de controversia. Hay quienes sostienen que es difícil definir la vigilia en reposo como un estado único de actividad, ya que el consumo de energía durante este estado es similar al consumo de energía durante otros estados de vigilia. Otros han afirmado que no está claro qué significan los patrones de actividad durante estos estados de reposo y, por lo tanto, cuál es la importancia funcional de las conexiones entre las regiones de la red de modo por defecto.

Merece la pena tener en cuenta estas advertencias cuando se encuentre con investigaciones sobre la red de modo por defecto, ya que -especialmente debido a su relación con la meditación- se está convirtiendo en un término de uso frecuente en las descripciones neurocientíficas populares de la actividad cerebral. Sin embargo, la idea de una red de modo por defecto no es universalmente aceptada; incluso los que apoyan la idea reconocen que todavía queda mucho trabajo por hacer para averiguar las funciones exactas de la red. En cualquier caso, el concepto de red de modo por defecto ha despertado el interés por comprender lo que hace el cerebro cuando no está involucrado en una tarea específica, y esta línea de investigación puede ayudarnos a obtener una comprensión más completa de la función cerebral.

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