ed. Nota: Este proyecto es del nuevo y hermoso libro de Julia Watkin, Simply Living Well. Para más información sobre el libro, y las instrucciones de Julia sobre cómo envolver esto utilizando su técnica de envoltura furoshiki, haga clic aquí. Y para las instrucciones sobre cómo hacer sus sales de baño de hierbas relajantes, dirígete aquí. De Julia:
Los exfoliantes faciales caseros son un buen punto de partida si eres nuevo en el cuidado de la piel. No sólo son fáciles de preparar con ingredientes conocidos, sencillos y baratos, sino que también son un paso importante en una rutina de cuidado de la piel saludable.
Los exfoliantes faciales pueden desprender las células muertas de la piel, suavizarla y reducir la apariencia de los poros, las líneas finas y las arrugas. Lo ideal es utilizarlos de 1 a 3 veces por semana, después de limpiar el rostro y antes de aplicar un tónico o una crema hidratante.
Aunque los exfoliantes pueden hacerse con una variedad de exfoliantes como el azúcar, la sal y el bicarbonato de sodio, a mí me gusta utilizar una base de avena, que se ha utilizado durante miles de años para limpiar, exfoliar, curar e hidratar la piel con suavidad. Es segura para todo tipo de piel y es excelente para calmar la piel sensible. Hace ½ taza de polvo para el exfoliante.