El equilibrio de las hormonas sexuales en ambos sexos está controlado en los vertebrados por la enzima aromatasa, un miembro de la superfamilia del citocromo P450, que cataliza la conversión de la androstenediona y la testosterona en estrona y estradiol, respectivamente. Los flavonoides son compuestos difenólicos presentes en los cereales integrales, las legumbres, las frutas y las verduras que están fuertemente implicados como protectores en las enfermedades coronarias, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer. Un flavonoide, la crisina, que se encuentra en altas concentraciones en la miel y el propóleo, ha demostrado ser un inhibidor de la actividad de la enzima aromatasa. Estos alimentos se utilizan a menudo como suplementos, en particular por los deportistas por sus propiedades energéticas y antioxidantes. El objetivo de este estudio era comprobar si el tratamiento diario durante 21 días con propóleo y miel, que contienen crisina, modificaba las concentraciones urinarias de testosterona en sujetos masculinos voluntarios. En efecto, la inhibición de la aromatasa por la crisina podría bloquear la conversión de andrógenos en estrógenos con el consiguiente aumento de la testosterona, eventualmente medible en las muestras de orina. Los datos obtenidos no mostraron alteraciones de los niveles de testosterona en los voluntarios después de 7, 14 y 21 días de tratamiento en comparación con los valores basales y en comparación con las mediciones en los sujetos de control en el mismo tiempo. En conclusión, el uso de estos alimentos durante 21 días a las dosis que habitualmente se toman como suplemento oral no tiene efectos sobre el equilibrio de la testosterona en los varones humanos.