Ciertamente no se parecen ni saben igual, pero el aceite de oliva y la leche materna son sorprendentemente similares.
El aceite de oliva virgen extra contiene omega 3 y omega 6 en porciones similares a la grasa de la leche materna y el mismo porcentaje de ácido linoleico, lo que lo convierte en un alimento indispensable para la mielinización de las fibras nerviosas y el desarrollo del cerebro. Es fácil de digerir y ayuda al funcionamiento gástrico, previniendo el fenómeno del estreñimiento y los cólicos.
El aceite de oliva ayuda a la absorción de la vitamina D, importante para los bebés y niños en crecimiento porque regula el calcio y el fósforo y favorece la ingesta de minerales esenciales para el proceso de osificación. Esto proporciona a los niños una protección adicional contra las fracturas óseas en sus tiernos años y el riesgo de osteoporosis en la vejez.
En los últimos descubrimientos se ha producido un aumento de los niveles de colesterol en los niños, un gran contribuyente a la obesidad que afecta a uno de cada tres niños de entre 6 y 9 años. Dado que el aceite de oliva reduce los niveles de colesterol total en sangre, el colesterol LDL y los triglicéridos, los médicos han recomendado sustituir las grasas animales por aceite de oliva para ayudar a combatir el aumento de la obesidad en los niños.
También se ha observado un menor riesgo de asma en las madres que han consumido una cantidad constante de aceite de oliva durante el embarazo. Se ha descubierto que sus bebés tienen un sistema inmunológico más desarrollado y un menor riesgo de rinitis y alergias.
Se dice que el aceite de oliva es incluso eficaz para curar la costra láctea. Aplicado en las partes de la cabeza afectadas por la costra láctea antes de la limpieza normal, las propiedades hidratantes del aceite de oliva pueden actuar como un remedio natural.
La calidad importa.
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En Italia los médicos recomiendan encarecidamente el uso de aceite de oliva en los sólidos para los bebés que están siendo destetados de la leche materna. Incluso recomiendan añadirlo en el biberón de leche extraída o incluso de fórmula para obtener los beneficios de la sustancia; especialmente para los bebés que sufren cólicos. Esto se debe a que el aceite de oliva puede facilitar el proceso gástrico natural y contiene oleuropeína, una sustancia antiinflamatoria natural que reproduce los efectos naturales del ibuprofeno, el ingrediente activo ampliamente utilizado en la producción de medicamentos para el dolor.
Esto fue discutido en mayor profundidad por el Dr. Saverio Pandolfi, del Instituto Italiano de Genética Vegetal. El investigador dijo que el aceite de oliva es el alimento más parecido a la leche materna para los bebés y recomienda empezar con una cucharadita de aceite de oliva virgen extra de alta calidad en cada comida preparada para el bebé.
«El aceite de oliva no sólo agrada a todos los niños porque les recuerda a la leche materna, sino incluso a los que nunca han tomado aceite en su dieta», dijo Pandolfi, como los esquimales o los africanos.
Plasmon, una de las empresas de alimentación infantil más populares de Italia produce aceite de oliva exclusivamente para el destete de los bebés. Se elabora con aceitunas producidas y prensadas únicamente en Italia y con técnicas que, según la empresa, garantizan que el aceite mantenga más de sus beneficios para la salud.
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