Este proceso da lugar a una fibrosis hepática que puede progresar a cirrosis con distorsión de la arquitectura hepática normal e hipertensión portal. Según el consenso de la Sociedad de Radiólogos en Ecografía (SRU), en determinados pacientes, la elastografía puede eliminar la necesidad de realizar una biopsia hepática para estadificar la fibrosis.
Estadificar con precisión el grado de fibrosis hepática es extremadamente importante para determinar si la terapia antiviral es adecuada y para predecir el resultado del tratamiento y el potencial maligno. Con el tratamiento farmacológico actual, la fibrosis en fase inicial puede ser reversible.
La evaluación histológica de las biopsias hepáticas se lleva a cabo mediante sistemas de puntuación que producen valores para varias categorías de inflamación (grado), y fibrosis (estadio). Existen varios sistemas de puntuación, todos los cuales categorizan características similares. En la evaluación del virus de la hepatitis C (VHC) crónica, el sistema de puntuación más reproducible es el Metavir. En el sistema de puntuación Metavir, la fibrosis hepática se evalúa de forma semicuantitativa y se clasifica en una escala de cinco puntos de 0 a 4 (F0: ausencia; F1: tracto portal fibrótico ampliado; F2: septos periportales o iniciales portal-portales pero arquitectura intacta; F3: distorsión arquitectónica pero sin cirrosis evidente; y F4: cirrosis).
El patrón de oro para el diagnóstico y la clasificación de la fibrosis hepática ha sido la biopsia hepática. Además de ser un procedimiento invasivo con complicaciones potenciales de sangrado y dolor intenso, el error de muestreo de la biopsia es un problema intrínseco debido al pequeño tamaño de la muestra en un proceso heterogéneo.