La UConn, en respuesta a una solicitud por correo electrónico de The Associated Press, identificó a esos empleados por su título como su entrenador jefe asociado de baloncesto femenino (Chris Dailey), los dos entrenadores asistentes del equipo en 2014 (Shea Ralph y Marisa Moseley), la directora de operaciones de baloncesto femenino (Sarah Darras) y la directora de operaciones de fútbol (Sarah Lawless).
El acuerdo se produce tras una revisión de la Oficina de Programas de Cumplimiento de Contratos Federales del Departamento de Trabajo de Estados Unidos.
La portavoz de UConn, Stephanie Reitz, dijo que la escuela sostiene que cada caso tenía «complejidades que eran únicas para esos empleados, pero que UConn mantiene que no se debían al género».
Dijo que la escuela identificó el problema por su cuenta y ya ha pagado a un empleado 92.290 dólares en compensación ajustada. La escuela no identificó a ese empleado.
Pero el Departamento de Trabajo dijo que encontró que las disparidades salariales significativas se mantuvieron «incluso cuando se tomaron en cuenta los factores legítimos que afectan el pago».
Los otros seis empleados recibirán pagos que van desde $ 5,000 hasta $ 50,000, según el acuerdo.
Dailey había recibido poco menos de $ 313,000 en salario y beneficios adicionales de la escuela durante el año fiscal que terminó en junio de 2014, según el estado. Ralph recibió algo más de 272.000 dólares y Moseley cobró algo más de 200.600 dólares.
El equipo de baloncesto masculino no tuvo un entrenador principal asociado ese año. El entrenador principal, Kevin Ollie, cobró algo menos de 2,8 millones de dólares. El entrenador asistente de baloncesto masculino, Glen Miller, recibió una compensación de poco más de 312.600 dólares. El asistente Karl Hobbs recibió algo menos de 286.600 dólares y el asistente Ricky Moore recibió algo menos de 259.600 dólares, según el estado.
La AP dejó el martes mensajes en busca de comentarios para Auriemma, Dailey, Ralph y Moseley.
El Departamento de Trabajo dijo que la escuela ha acordado realizar un análisis en profundidad de su proceso total de empleo y revisar cualquier práctica de pago e implementar políticas mejoradas para eliminar la posibilidad de discriminación de género en el pago.
«La Oficina de Programas de Cumplimiento de Contratos Federales está satisfecha de que la Universidad de Connecticut haya abordado los problemas salariales encontrados en nuestra revisión», dijo en un comunicado Craig Leen, director de la oficina de cumplimiento del Departamento de Trabajo.