Todos los propietarios de perros están familiarizados con el concepto de «años de perro». Es la idea de que por cada año de tiempo humano, los perros envejecen siete años. Si su perro tiene dos años de edad humana, en realidad tiene 14 en años de perro, o eso es lo que dice la idea. Pero, ¿hasta qué punto es exacta esta creencia tan arraigada? No mucho, según la ciencia.
Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en San Diego examinó la edad genética de los perros, centrándose específicamente en un cambio en el ADN relacionado con la edad llamado metilación. En los humanos, la metilación se produce de forma más constante que en los perros, y el uso de este método para juzgar la edad genética de los perros revela algo muy especial sobre el mejor amigo del hombre.
El estudio utilizó muestras de ADN de más de 100 perros perdigueros de raza Laborador y comparó los cambios de ADN relacionados con la edad con los datos de más de 300 humanos de todas las edades. Al establecer vínculos entre la metilación del ADN en ambas especies, los investigadores trazaron un gráfico para ayudarnos a entender cómo envejecen realmente los perros.
Resulta que los perros envejecen mucho más rápido que los humanos inmediatamente después de nacer, pero ese envejecimiento se ralentiza con el tiempo. Cuando un perro tiene dos años, su ADN es más parecido al de un humano de 40 años. Sin embargo, esta relación de envejecimiento de 20 a 1 sólo es cierta durante los dos primeros años, y el ritmo de envejecimiento genético disminuye gradualmente.
Al final, cuando un perro alcanza la edad de 10 años humanos, su ADN es más similar al de un humano de casi 70 años. Esto es similar a la proporción de edad de 7 a 1 que la gente suele considerar como «años de perro», pero sólo es cierto si se mide a lo largo de toda la vida de un perro grande.
También es importante tener en cuenta que el estudio sólo analizó una raza de perro. Los perros de diferentes tamaños tienen diferentes expectativas de vida, y los perros más grandes tienden a vivir menos que las razas más pequeñas. Las tasas de envejecimiento de las diferentes razas podrían variar drásticamente de los labradores, pero determinar eso requeriría otra ronda de investigación.