Evaluación del dolor en la demencia avanzada- PAINAD Instrucciones

Propósito: Esta herramienta de comportamiento del dolor se utiliza para evaluar el dolor en los adultos mayores que tienen demencia u otro deterioro cognitivo y son incapaces de comunicar de forma fiable su dolor. Puede ser utilizada por una enfermera o por un auxiliar de enfermería para detectar comportamientos relacionados con el dolor. Herramienta PAINAD.

Cuándo utilizarla: Debe utilizarse en los siguientes momentos:

  • En la admisión inicial/admisión a los servicios
  • Para un adulto mayor con síntomas conductuales sugestivos de dolor, evaluar al menos cada 8 horas
  • Cada vez que se informe de un cambio en el estado del dolor
  • Una hora después de una intervención sobre el dolor para evaluar la eficacia
  • Para los adultos mayores que residen en entornos de atención sanitaria a largo plazo, las evaluaciones deben completarse en cada revisión trimestral

Cómo usar:

Observe al adulto mayor durante 3-5 minutos durante la actividad/con el movimiento (como bañarse, girar, trasladarse).

Para cada ítem incluido en el PAINAD, seleccione la puntuación (0, 1, 2) que refleje el estado actual de la conducta.

Suma la puntuación de cada ítem para conseguir una puntuación total. Las puntuaciones totales van de 0 a 10 (basadas en una escala de 0 a 2 para cinco ítems).

Después de cada uso, compare la puntuación total con la puntuación anterior recibida. Una puntuación mayor sugiere un aumento del dolor, mientras que una puntuación menor sugiere que el dolor ha disminuido.

El enfermero debe informar de cualquier cambio o puntuación a la enfermera para una evaluación de seguimiento.

Vea «Cómo probar este vídeo: Pain Assessment in Older Adults» para la formación del personal.

Documentación: Documente/registre todas las puntuaciones en un lugar de fácil acceso para los demás miembros del equipo sanitario.

Nota: Las puntuaciones de la observación de la conducta deben considerarse junto con el conocimiento de las condiciones dolorosas existentes y los informes de alguien que conozca al adulto mayor (como un familiar o un asistente de enfermería) y sus conductas de dolor. Recuerde que algunos adultos mayores pueden no demostrar conductas o señales de dolor obvias.

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