«Escribe como si tu vida dependiera de ello, porque así es», aconsejó Debbie Millman.
Millman, una renombrada diseñadora, presentadora de podcasts y educadora, estaba describiendo un ejercicio de escritura poco convencional que sus estudiantes completan cada año. Este ejercicio es un elemento básico de su enseñanza, ya que ha resultado transformador en su propia vida.
En julio de 2005, Millman asistía a una clase intensiva de verano en la Escuela de Artes Visuales. El profesor, la leyenda del diseño Milton Glaser, dijo a la clase que imaginara la vida que podrían tener si perseguían todo lo que querían, con la certeza de que tendrían éxito
En este «Plan Quinquenal», los estudiantes fueron asignados a:
- Soñar a lo grande
- No editarse a sí mismos
- Tener cuidado con lo que deseaban (porque podría hacerse realidad…)
Millman se volcó en la redacción, llenando su ensayo con «objetivos de largo alcance y rebuscados.»
Adelante, hasta 2017, y Millman explica que casi todo lo de su ensayo se ha hecho realidad. Y lo mismo ha ocurrido con sus compañeros, y estudiantes.
Millman describió los resultados como «mágicos», y un poco «espeluznantes».
Pero hay una lógica clara de por qué un ejercicio como este es efectivo.
Sin un destino en mente, encontrar la dirección es imposible
¿Qué hace usted cuando sale de su casa para ir a algún sitio?
Yo paso por un proceso similar cada vez:
- Establezca a dónde voy. ¿Voy a comprar comida? ¿A qué tienda voy a ir?
- Confirmar las direcciones. ¿He estado allí antes? ¿Recuerdo el camino?
- Fijar un rumbo. Si no lo hago, utilizar un GPS o llamar a alguien para que me indique el camino
- Ponerse en marcha. Una vez que sé la dirección a la que me dirijo, empezar a moverme (en coche, bicicleta, autobús, tren, a pie…)
- Ajustar. Navegar hacia allí, ajustándose a los obstáculos o giros que puedan surgir
Cada paso tiene su propósito para llevarte de aquí a allí. Pero sin el paso 1, establecer una dirección, ninguno de los otros importa.
Si nunca estableces una dirección para ti mismo, nunca llegarás a donde quieres ir. Puedes pasarte todo el día conduciendo y no llegar a donde te gustaría estar.
Pero cuando te tomas el tiempo de imaginar el lugar en el que te gustaría estar, de repente eres capaz de trabajar hacia atrás, y trazar un camino que te llevará en la dirección correcta.
Puede que no sepas cuál es la mejor ruta para llegar hasta allí… O que te encuentres con algunos desvíos… E incluso puede que se te pinche una rueda…
Pero como te has tomado el tiempo de establecer una visión, sabes que vas en la dirección correcta.
El ejercicio que describe Millman es una forma de establecer tu dirección.
Al escribir una visión detallada de tu vida futura, estás plantando una semilla mental. Se necesita tiempo para que esa semilla crezca. Pero tus acciones y decisiones en los años siguientes la nutren hasta alcanzar su potencial.
Sin embargo, la mayoría de nosotros nunca se toma el tiempo de establecer una dirección tan vívida.
Por qué vivimos sin dirección
Escribir sobre tu visión del futuro es un ejercicio sencillo. Pero está lleno de muchas formas de resistencia.
- Urgencia en el presente: Puede parecer que no hay tiempo para frenar, pensar y planificar. Después de todo, ¡tienes mucho que hacer! Nunca parece el «momento adecuado».
- Comodidad: Hacer cosas nuevas significa crear un cambio. Y el cambio suele ser incómodo.
- Practicidad condicionada: Si está acostumbrado a tomar el «camino seguro», cualquier desviación de éste es un territorio desconocido.
- Miedo al fracaso: Te centras demasiado en lo que puede salir mal. E ignoras los beneficios potenciales. La idea de «meter la pata» le parece catastrófica.
- Miedo al éxito: Te sientes indigno de vivir la vida que podrías soñar. Hay una vocecita que dice «¿Quién soy yo para merecer la vida de mis sueños?».
- Incredulidad / Falta de permiso: No te permites creer que este ejercicio hará la diferencia. Y si no te das permiso para soñar, nunca escribirás sobre ese futuro.
Cuando esta resistencia te frena, nunca estableces esa dirección inicial. Nunca te das la oportunidad de hacer realidad tu visión… Porque no la estableces en primer lugar.
Dejé que esta resistencia se apoderara de mí durante demasiado tiempo. Hace meses, oí hablar de este ejercicio. Me encantó el concepto. Pero no pasé a la acción.
Esta semana, eso cambió, y lo llevé a cabo. Espero que te unas a mí para establecer una visión para tu increíble futuro.
Determinación de la visión: Cómo crear tu «plan de diez años para una vida notable»
Aquí tienes todo lo que necesitas saber para crear un plan de vida de diez años, o establecer una visión para tu futuro yo!
¿Qué necesito para empezar?
- O bien 1) Papel y bolígrafo o bien 2) Un ordenador con impresora, para que puedas tener una copia física
- Suficiente tiempo ininterrumpido para que puedas escribir sin sentirte presionado a terminar a una hora determinada
- ¡Un poco de energía y un estado de ánimo saludable!
¿Cómo funciona el ejercicio? (Mejores prácticas a tener en cuenta)
- Imagina lo que podría ser tu vida si pudieras hacer todo lo que quisieras, y no tuvieras miedo al fracaso.
- Sueña en grande. No te contengas.
- Especifica todos los aspectos de tu vida. Entra en todos los detalles que quieras.
- Escribe con frases y párrafos completos.
- ¡No te edites! Puede que te sorprenda lo que sale en el papel. No pasa nada, a menudo no dejamos que salga nuestro verdadero yo.
- Sigue escribiendo hasta que no tengas nada más que escribir.
¿Cómo enseña Debbie Millman el ejercicio?
Después de tener tanto éxito con este ejercicio en su propia vida, Millman ahora guía a sus estudiantes en SVA a través de él. Compartió las instrucciones para completar el ejercicio en una reciente entrevista de podcast.
«Digamos que es el invierno de 2027… ¿Cómo es tu vida?
¿Qué estás haciendo? ¿Dónde vives? ¿Con quién vives? ¿Tienes mascotas?
¿En qué tipo de casa estás? ¿Es un apartamento? ¿Está en la ciudad? ¿Está en el campo?
¿Cómo son sus muebles? ¿Cómo es su cama? ¿Cómo son sus sábanas? ¿Qué tipo de ropa llevas? ¿Qué tipo de pelo tienes?
Háblame de tus mascotas. Háblame de tu pareja.
¿Tienes hijos? ¿Tiene coche? ¿Tienes un barco?
Habla de tu carrera.
¿Qué quieres? ¿Qué estás leyendo? ¿Qué estás haciendo?
¿Qué te entusiasma? ¿Cómo es tu salud?
Y escribe este día, este único día, dentro de 10 años…Así que un día en el invierno de 2027, ¿cómo es todo tu día?
Comienza desde el momento en que te levantas, te cepillas los dientes, te tomas el café o el té, hasta que te arropas por la noche.
¿Cómo es ese día para ti? Sueña a lo grande.
Sueña sin miedo. Escríbelo todo. No tienes que compartirlo con nadie excepto contigo mismo.
Pon todo tu corazón en ello, y escribe como si no hubiera un mañana. Escribe como si tu vida dependiera de ello, porque así es.
Y luego, léelo. Una vez al año. Y mira lo que pasa.»
¿Lo has entendido? 🙂
En resumen
- Imagina un día concreto de tu futuro, dentro de 10 años. Todo ha salido como esperabas. Deje ir cualquier miedo o duda que pueda existir en su mente.
- Escriba sobre ese día con todo detalle. Especifica todos los aspectos de tu vida. Escribe hasta que no puedas escribir más.
- Guarda las páginas en algún lugar. Has creado una dirección para ti en tu mente. Revísalo una vez al año para reconectar con tu visión. Y sigue dando pasos en la dirección correcta.
Crea tu vida extraordinaria
«Plan de diez años» suena bien, pero «plan» puede que no sea la palabra adecuada.
La fijación de la visión no consiste en crear la única vida perfecta que puedes vivir. Eso no existe.
Todos tenemos muchos «caminos correctos» en la vida.
La fijación de la visión es más un mecanismo de orientación que una lista de control. Te ayuda a moverte en la dirección correcta, de forma consistente a lo largo del tiempo. Te empuja a dar saltos que de otro modo no darías. Todo ello porque está informado por una visión que le entusiasma hasta la médula.
No deje que la resistencia se apodere de usted. Tómate un tiempo para completar este ejercicio.
¿Qué es lo peor que podría pasar? Has pasado 60 minutos escribiendo.
¿Qué es lo mejor que podría pasar? Bueno, tendrás que sentarte a escribir para averiguarlo 🙂
«Todavía estaba cansado y asustado, pero no era sonámbulo, y no estaba perdido. Todavía le quedaba un largo camino por delante, pero era el camino correcto». – Martha Beck
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