El objetivo de la formación ética es «permitir a los empleados identificar y tratar los problemas éticos desarrollando sus intuiciones morales, que están implícitas en las elecciones y acciones cotidianas» (Sacconi, de Colle & Baldin: The Q-RES Guidelines for Management, 2002). Al mismo tiempo, las actividades de formación en ética tienen como objetivo «capacitar a todos los miembros de la organización para que comprendan, compartan y apliquen los valores declarados en el código ético» (de Colle & Gonella, «La alquimia social y ética», 2002).
La formación en ética ayuda a los miembros de una organización a juzgar la legitimidad moral de sus decisiones, permitiéndoles aplicar los principios y valores morales en la toma de decisiones empresariales. Al mismo tiempo, la formación en ética fomenta el acuerdo y la conformidad de los empleados con la visión ética de la organización, lo que representa un equilibrio mutuamente aceptable entre las diferentes partes interesadas. Por lo tanto, implementar la formación ética no sólo significa informar a los empleados sobre las decisiones tomadas por la dirección de la empresa, sino también poner a cada miembro individual de la empresa en posición de entender, interiorizar y contribuir al logro de la misión corporativa a través de una orientación consciente de sus propias elecciones y comportamiento diario.
Los expertos del Instituto de Ética de DCU ofrecen asistencia en el diseño e impartición de una amplia gama de actividades de formación ética que proporcionarán a los participantes un conjunto de «capacidades éticas» y generarán los siguientes beneficios organizativos:
- Con respecto a los empleados en general Mejora de su capacidad para identificar y analizar dilemas éticos (formación de sensibilización);
- Con respecto a los responsables de la toma de decisiones: Mejora de sus habilidades para interpretar y aplicar los valores corporativos en sus decisiones concretas y cotidianas y en sus relaciones con los grupos de interés de la organización (Formación ética específica de la función);
- Con respecto a la organización en su conjunto:
- Fortalecer la comunicación de los valores corporativos y promover una cultura ética compartida dentro de la organización, y
- Facilitar la implantación de herramientas de sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa (por ejemplo código ético; contabilidad social y ética; informes de sostenibilidad; auditoría ética interna; comité de ética, etc.);
Estos beneficios pueden lograrse a través de varios formatos y métodos de formación, incluyendo:
- Seminarios de concienciación;
- Formación de análisis de dilemas;
- Grupos de discusión sobre temas específicos de la organización/relaciones con las partes interesadas; y
- Juego de rol en grupo.
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