Genios

Nacionalidad/Cultura

Árabe/Islámica

Pronunciación

JEE-neez

Nombres alternativos

Jinn, Ifrit

Aparece en

El Corán, El libro de las mil y una noches

Linaje

Ninguno

Resumen de personajes

Los genios (también llamados jinn o genii) son espíritus en las culturas de Oriente Medio y África. El término genio proviene de la palabra árabe jinni, que se refiere a un espíritu maligno que podía tomar la forma de un animal o persona. Puede encontrarse en todo tipo de cosas no vivas, incluso en el aire y el fuego. Se decía que los jinn (el plural de jinni) tenían poderes mágicos.

En el Corán, los jinn fueron creados por Alá (pronunciado ah-LAH), el único dios supremo del Islam, a partir de fuego sin humo. En la historia de los genios más conocida del Corán, Iblis, un genio que se negó a someterse a la creación de Alá, Adán, fue desterrado a Jahannam (pronunciado JAH-hah-nahm; infierno). Iblis es similar a la idea cristiana del diablo.

En El libro de las mil y una noches (una colección de cuentos de origen persa, indio y árabe que data de la Edad Media), se incluyen dos cuentos centrados en genios. El primero y más famoso es el cuento de Aladino , un niño pobre que fue engañado por un hechicero para que sacara una lámpara mágica de una cueva. El hechicero atrapó a Aladino en la cueva, pero éste consiguió quedarse con la lámpara y escapó de la cueva gracias a un anillo mágico que contenía un genio. De vuelta a casa, la madre de Aladino intentó limpiar la lámpara frotándola, y accidentalmente invocó a un genio aún más poderoso que vivía en su interior. El genio de la lámpara concedió a Aladino una gran riqueza y un palacio, y se casó con la hija del emperador. Sin embargo, el hechicero consiguió encontrar a Aladino y engañar a su esposa para que renunciara a la lámpara. Aladino tuvo entonces que recurrir al genio menor de su anillo mágico para que le ayudara a encontrar al hechicero y a recuperar la lámpara.

El otro cuento de genios que aparece en El libro de las mil y una noches se refiere a un pescador que echó una red a un tarro mientras pescaba. Abrió el tarro y liberó a un genio que había estado preso durante cientos de años. El genio, enfadado por haber estado atrapado durante siglos en la jarra, no se ofreció a cumplir los deseos del pescador, sino que le ofreció elegir la muerte. El pescador engañó al genio para que volviera a entrar en el tarro diciendo que no veía cómo podía caber el genio en un tarro tan pequeño. El pescador volvió a cerrar el tarro hasta que el genio accedió a hacerle un favor. Una vez liberado, el genio condujo al pescador a un estanque en el que pescó cuatro peces mágicos para regalárselos al sultán. El pescador entregó al sultán los peces, y sus hijos se convirtieron en prósperos miembros de la corte del sultán.

Genio romano

En la antigua Roma, el término genios, la forma plural de la palabra latina genius, se refería a los espíritus que velaban por cada hombre. El genio era el responsable de la formación del carácter del hombre y el causante de todas las acciones. Se creía que estaba presente al nacer, por lo que el genio llegó a considerarse una gran habilidad innata. Las mujeres tenían un espíritu similar conocido como Juno. Algunos romanos también creían en un espíritu, llamado genio maligno, que luchaba contra el genio bueno por el control del destino de un hombre. En la mitología romana posterior, los genios eran espíritus que custodiaban un hogar o una comunidad.

Los genios en contexto

En las primeras creencias islámicas, los genios constituían un mundo que existía de forma paralela a los humanos: aunque eran invisibles para éstos, existían en casi los mismos tipos de comunidades y tribus. Al igual que las personas se definían por su relación con el Islam, había jinn que aceptaban el Islam y jinn que no lo hacían. Los jinn eran esencialmente un reflejo de las mismas creencias y preocupaciones que los humanos, pero a una escala más grande y sobrenatural. También proporcionaban una explicación para las tentaciones y frustraciones a las que se enfrentaba la gente a diario, que se consideraban obra de jinn impíos.

Temas y símbolos clave

Los jinn suelen representar un gran poder que puede ser devastador si no se controla adecuadamente. El recipiente que contiene a un jinni, ya sea un anillo, una lámpara, una jarra o algún otro objeto, suele verse como un símbolo de encarcelamiento. Uno de los temas principales de muchas historias sobre genios es el cumplimiento de los deseos, como se muestra en los cuentos de Aladino y del pescador. En muchos de estos cuentos, la justicia también desempeña un papel importante: a los que no lo merecen se les conceden sus deseos, pero éstos suelen tener consecuencias imprevistas.

Los genios en el arte, la literatura y la vida cotidiana

Aunque los genios aparecen de forma destacada en el Corán, son más conocidos por sus apariciones en los cuentos populares y en El libro de las mil y una noches. Esta colección de cuentos ha aparecido en muchas traducciones y versiones a lo largo de los siglos. La historia de Aladino es especialmente conocida y ha servido de base para muchas películas, sobre todo El ladrón de Bagdad (1940) y el cuento animado de Disney de 1992, Aladino.

Otras representaciones modernas de los genios pueden encontrarse en la novela Declare, de Tim Powers (2001), y en la Trilogía de Bartimeo, de Jonathan Stroud (2003). Las representaciones populares de los genios en la televisión y el cine incluyen la serie de 1965 / Sueño con Jeannie, protagonizada por Barbara Eden, y la película de 1996 de Shaquille O’Neal, Kazaam.

Lee, escribe, piensa, discute

La serie Hijos de la lámpara, de P. B. Kerr, es una serie de novelas de fantasía sobre unos gemelos de doce años llamados John y Philippa que descubren que en realidad descienden de un linaje de jinn y deben encontrar la manera de adaptarse a su nueva vida sobrenatural. El primer libro, La aventura de Akenatón (2005), sigue a la pareja de Nueva York a Inglaterra y a Egipto en busca del fantasma de Akenatón, mientras son perseguidos por un malvado jinn llamado Iblis.

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