El primer Little America, llamado Little America Wyoming, está a 24 millas (39 km) al oeste de Green River, y a 35 millas (56 km) al oeste de Rock Springs en la Interestatal 80. Construido en 1952 a lo largo de la antigua alineación de la Ruta 30 de EE.UU., que fue también la Lincoln Highway, la primera carretera que atravesó América, el establecimiento comenzó con dos surtidores de combustible, una cafetería con 24 asientos y 12 habitaciones para huéspedes. En la actualidad, el establecimiento cuenta con 140 habitaciones y con más surtidores de combustible para los camioneros y los viajeros. Durante varios años, este lugar tuvo la estación de servicio más grande del mundo según el número de surtidores en funcionamiento: 55 en total.
Durante muchos años se utilizó un pingüino como su logotipo, y todavía se pueden ver pingüinos en los tejados del Little America Wyoming. El pingüino se utilizó en la mayoría de las numerosas vallas publicitarias del hotel Little America. Estas vallas publicitarias estaban situadas a lo largo de la Interestatal 80. En referencia parcial a la famosa y remota estación de Little America en la Antártida, recordaban a los viajeros en vehículos a intervalos regulares lo cerca que estaban del hotel Little America y que no había nada más disponible en muchos kilómetros en cualquier dirección. La última de las vallas publicitarias de pingüinos se retiró a principios de la década de 2000.
En septiembre de 2014, Grand America Hotels & Resorts llegó a un acuerdo de no enjuiciamiento con Homeland Security Investigations (HSI), el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) y el Fiscal de Estados Unidos para el Distrito de Utah para perder 1,95 millones de dólares (equivalentes a 2,11 millones de dólares en 2019) en relación con un caso de investigación relacionado con la contratación de extranjeros ilegales y trabajadores indocumentados. Durante una auditoría administrativa realizada en 2010-11, HSI había descubierto que 133 «individuos indocumentados» habían estado trabajando para la empresa en el Hotel Grand America en Salt Lake City, Utah. Tras la realización de la auditoría, la empresa recibió una advertencia y los empleados fueron despedidos. Sin embargo, según el comunicado de prensa del Fiscal de los Estados Unidos para el Distrito de Utah, hasta 43 de los trabajadores volvieron a sus antiguos puestos de trabajo, algunos «a los pocos días de la advertencia de la HSI». Su vuelta al trabajo fue facilitada por tres agencias de empleo temporal, que habían sido creadas expresamente para permitir que los antiguos empleados siguieran trabajando. No obstante, prosigue el comunicado, las tres empresas de trabajo temporal habían sido creadas por «directivos de nivel inferior y medio» y «sin el conocimiento ni el consentimiento de los altos ejecutivos del Hotel». Además, la mayoría de los trabajadores regresaron utilizando documentos fraudulentos y nombres diferentes. Además del decomiso, la empresa acordó adoptar nuevas medidas para garantizar el cumplimiento de la legislación laboral en el futuro. Se preveía que la aplicación de estas medidas costaría a la empresa 500.000 dólares (equivalentes a 540.000 dólares en 2019). La Fiscalía de Estados Unidos indicó que Grand America Hotels & Resorts había cooperado plenamente durante todo el proceso. Al final, se sancionó a dos gerentes y se despidió a otros cuatro.