La terminal de trenes de Nueva York es uno de los edificios más importantes de la ciudad y una de las estaciones más grandes del mundo.
Comenzó a construirse en 1903 bajo un diseño de la firma de arquitectos Reed and Stem quienes tuvieron que compartir la construcción con la firma de arquitectos Warren and Wetmore. El escultor francés Jules-Alexis Coutan creó el conjunto escultórico «Transportation» en la fachada Sur de la estación, donde, sobre un gran reloj, el Dios Mercurio está flanqueado por Hércules y Minerva. El cielo del vestíbulo fue creado por el pintor francés Paul César Helleu en 1912 con una característica peculiar y es que las constelaciones están pintadas al revés. La mayoría de las personas creen que se debió a un error, sin embargo la Familia Vanderbilt, propietaria de la estación, aclaró que el techo refleja la visión que tiene Dios del cielo. El coste de la estación fue de $80 millones.
En la década de 1840, por Nueva York circulaban las líneas de ferrocarril New York and Harlem Railroad, New York and New Haven Railroad y Hudson River Railroads. Por toda la ciudad crece el número de terminales de pasajeros y de carga. Durante la siguiente década se fueron prohibiendo progresivamente la circulación de locomotoras de vapor por las áreas más pobladas, prohibiéndose en su totalidad al sur de la Calle 42.
En 1857, Cornelius Vanderbilt fue nombrado director del ferrocarril de Nueva York y Harlem, y cinco años más tarde lo compra junto al ferrocarril del Río Hudson en 1864. En 1869, Vanderbilt adquiere una propiedad entre las Calles 42 y 48, y las Avenidas Lexington y Madison donde construye una terminal de trenes. En 1871 se asocia con el ferrocarril de Nueva York y New Haven para unificar con las líneas de su propiedad en la nueva terminal llamada Grand Central Depot.
En 1902 se presenta un proyecto para una nueva terminal que supondría la demolición de la existente y la construcción de una nueva de dos niveles. La construcción de la Grand Central Terminal tuvo una duración de 10 años durante los cuales el servicio ferroviario continuó sin interrupción.
La Grand Central Terminal abrió oficialmente a las 12:01 de la mañana del Domingo, 2 de febrero de 1913 a pesar de no estar terminada completamente. Más de 150.000 personas visitaron la nueva terminal durante el día de la inauguración.
La terminal ocupa una extensión de terreno de 37.000 metros cuadrados. A sus dos niveles llegan 67 vías, 41 al nivel superior y 26 al nivel inferior. La fachada exterior es de piedra caliza de Indiana y el interior de mármol rosa de Tennessee.
En 1994, la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) firmó un contrato de arrendamiento por 110 años. Bajo su mandato, en 1996, comenzó la renovación completa del edificio. Se empezó por la limpieza del Cielo del techo de 61 metros de largo por 35 metros de ancho del vestíbulo principal. La reforma terminó el 1 de Octubre de 1998 con un coste de $250 millones.
El interior del edificio cuenta con el centro comercial más rentable de todo Nueva York ocupado por más de 100 negocios entre tiendas, bares y restaurantes, de los cuales el más antiguo es el Oyster Bar.
Dentro de la terminal podemos ver auténticas joyas como las diez lámparas que cuelgan en los pasillos o el reloj del vestíbulo principal, sobre el mostrador de información, construido en bronce con cuatro esferas de ópalo cuyo valor estimado es de $3 millones.
Por la Grand Central Terminal pasan diariamente 750.000 personas entre viajeros y visitantes. En las horas punta, llega a la estación un tren cada 58 segundos con un porcentaje de puntualidad del 98%.