¿Has tenido alguna vez sueños locos?

¿Has estado alguna vez durmiendo plácidamente, disfrutando de un sueño tan bueno que deseabas poder seguir durmiendo más tiempo? ¿O ha tenido alguna vez un sueño tan extraño o aterrador que se sintió aliviado cuando se despertó?

Los sueños ocurren todo el tiempo. A veces son deliciosos y otras veces pueden ser simplemente extraños. Son un misterio que nadie puede explicar realmente.

Algunos sueños -como el de la mofeta que sube por la ladera del monte Everest, para volver a descender en ala delta a la selva del Amazonas mientras teje una bufanda- son simplemente una locura. Otros sueños -llamados pesadillas- pueden ser aterradores porque contienen monstruos o situaciones peligrosas.

Las pesadillas nos ocurren a todos, incluso a los adultos, de vez en cuando. Pueden hacer que te sientas ansioso, asustado o simplemente inquieto. Sin embargo, no te preocupes. No son reales y no pueden hacerte daño.

Las pesadillas -y otros tipos de sueños- se producen durante un período de sueño que tiene lugar varias veces cada noche. Se llama sueño REM, que significa sueño de movimientos oculares rápidos. Cuando duermes, tu cerebro nunca se apaga. Cada 90 minutos aproximadamente, el cerebro pasa por un ciclo de sueño REM, en el que los ojos se mueven rápidamente de un lado a otro detrás de los párpados cerrados.

Durante el sueño REM, a menudo se tienen sueños, algunos de los cuales pueden ser locos o aterradores. Los sueños locos o aterradores pueden ser la forma que tiene el cuerpo de lidiar con las cosas estresantes que ha experimentado durante el día. A veces, las pesadillas también pueden ser causadas por ver películas o leer libros de miedo justo antes de acostarse, ya que se llevan esas imágenes y recuerdos recientes al sueño.

Sin embargo, no todos los sueños locos son fenómenos puramente mentales, y no siempre ocurren cuando se está dormido. A veces los sueños locos son alucinaciones causadas por cambios físicos en tu cuerpo. Por ejemplo, si estás enfermo, una fiebre alta puede provocar a veces alucinaciones, que no son más que sueños extremadamente vívidos -y a menudo locos- que ocurren cuando estás despierto y ves cosas que no están sucediendo realmente.

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