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Las islas Kerguelen son un territorio de ultramar de Francia. Pero su lejana ubicación en el sur del Océano Índico sitúa a estas islas mucho más cerca de la Antártida que de la Europa continental. De hecho, las islas son tan remotas y el paisaje tan duro que también han sido llamadas las «Islas de la Desolación».
El 28 de octubre de 2016, el instrumento espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada (MODIS) del satélite Terra de la NASA capturó esta imagen en color natural de las Islas Kerguelen. La Grande Terre (tierra grande en francés) es la más grande del grupo de islas. Sus escarpados fiordos y penínsulas están rodeados por cientos de islas más pequeñas, lo que hace que la superficie total del archipiélago sea de 7215 kilómetros cuadrados.
Las poblaciones de pingüinos y focas se encuentran entre la fauna que prospera en Grande Terre. Sin embargo, debido a su lejanía -y al clima severamente frío y ventoso- no encontrará mucha gente. La mayoría de los residentes de la isla son científicos con sede en el asentamiento de Port-aux-Français, donde estudian todo, desde la geología y la biología hasta el tiempo y el clima.
Un área de investigación tiene que ver con las innumerables masas de hielo. Los investigadores han demostrado que, entre 1963 y 2001, las zonas cubiertas de hielo de las islas Kerguelen se redujeron en un 21%, un fenómeno que coincide con lo que ocurre en la Patagonia, Georgia del Sur y otras latitudes subpolares. En el mismo período, el casquete de hielo de Cook (centro) se redujo de 501 a 403 kilómetros cuadrados. Y las pérdidas han continuado: Una investigación posterior publicada en Nature señaló que la pérdida de glaciares en las islas durante la década de 2000 fue «una de las más dramáticas de la Tierra». La razón principal fue la disminución de las precipitaciones y el aire más seco.
Pero eso sólo araña la superficie de las interesantes características de la región. Las islas son en realidad algunos de los puntos más altos de una enorme meseta submarina. Si se dan los nutrientes y las condiciones físicas adecuadas, pueden aparecer espectaculares floraciones de fitoplancton en las aguas de la meseta.
Imagen del Observatorio de la Tierra de la NASA por Jesse Allen, utilizando datos de la Capacidad de la Atmósfera Terrestre en Tiempo Casi Real para EOS (LANCE). Pie de foto de Kathryn Hansen.