El otoño tiende a encenderse tan rápido como desaparece: de repente, una mañana el arce que hay frente a tu ventana arde en tonos rojos y con la misma rapidez cede sus hojas al invierno.
El otoño en el noroeste del Pacífico es especialmente dulce: la niebla espesa y el color que gotea es una combinación ganadora. Entre la infinidad de escenarios para una aventura otoñal, la autopista Mountain Loop, que atraviesa las Cascadas de Washington, es una de las más destacadas. Recorrer todo el bucle en línea recta sólo lleva 2 horas y 45 minutos, y está repleto de vistas espectaculares, historia fascinante y excelentes paradas en boxes.
Antes de que se creara la Mountain Loop Highway en la primavera de 1936, sólo una carretera de tierra áspera y difícil de recorrer conectaba las pequeñas ciudades de Granite Falls, Montecristo y Darrington. La motivación para mejorar y acondicionar la carretera surgió cuando las operaciones mineras de la zona se establecieron mejor.
La Mountain Loop Highway es el paquete total de aventuras de fin de semana: La belleza escénica supera a la de la I-90, aunque las multitudes suelen ser mucho menores. Para el excursionista ocasional, el montañero, el campista y el observador de aves, es una visita obligada.