A principios del siglo XX, se construyeron muchas escuelas al aire libre en un intento de combatir el aumento generalizado de la tuberculosis. La creencia de que el aire libre y la ventilación eran claves para combatir la epidemia, inspiró la creación de las jaulas para bebés.
En 1906, siguiendo las recomendaciones de un médico que insistía en la necesidad de aire fresco para los bebés, Eleanor Roosevelt, una joven madre de 21 años, colocó en su ventana de Nueva York una cesta de madera con rejilla de alambre para las siestas de Anna, su primera hija nacida ese mismo año; pero el vecindario, alertado por los continuos gritos de la niña -el mismo consejo médico que consistía en dejarla gritando o llorando-, amenazó a la madre con alertar a la Sociedad de Nueva York para la prevención de la crueldad hacia los niños. Más tarde, la cónyuge del 32º presidente de los Estados Unidos relató cómo le chocó la reacción de los vecinos, mientras pensaba que era una madre moderna.
Eleanor Roosevelt escribió en su autobiografía que en 1908 había colocado a su hija Anna en «una especie de caja con alambre en los laterales y en la parte superior» por una de sus ventanas traseras durante sus siestas matinales. Escribe que lo hizo porque el aire fresco era necesario.
En 1922, una solicitud de patente sobre una «jaula portátil para bebés» fue presentada por Emma Read. Esta jaula estaba pensada para ser suspendida en el borde exterior de una ventana, en la que se colocaría al bebé.
El uso de jaulas para bebés ganó gran popularidad en Londres durante los años 30. La instalación había sido creada para los niños que vivían en ciudades sin jardín. Estas jaulas para bebés eran regaladas por las comunidades de vecinos, como el Chelsea Baby Club, a todos los miembros que no tenían jardín. En 1935, el Real Instituto de Arquitectos Británicos consagró el elemento balcons pour bébés como esencial en todas las viviendas de la clase media, al tiempo que citaba el ejemplo de la iniciativa del Chelsea Baby Club. Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la Batalla de Inglaterra dirigida por la Luftwaffe puso fin al uso de las jaulas para bebés en todo Londres. Pero volvieron a aparecer a partir de 1953.
Por último, la venta de jaulas para bebés disminuyó progresivamente hasta mediados del siglo XX, posiblemente debido a las preocupaciones por la seguridad y al aumento del tráfico urbano de automóviles.