José Rizal

José Rizal (1861-1896) fue un héroe nacional de Filipinas y el primer nacionalista asiático. Expresó la creciente conciencia nacional de muchos filipinos que se oponían a la tiranía colonial española y aspiraban a conseguir derechos democráticos.

José Rizal nació en Calamba, Laguna, el 19 de junio de 1861, en el seno de una familia acomodada. Estudió en el Ateneo Municipal de los jesuitas en Manila y ganó muchos honores y premios literarios. En 1877 se licenció con los máximos honores. Durante un tiempo estudió en la Universidad de Santo Tomás, y en 1882 marchó a España para ingresar en la Universidad Central de Madrid, donde completó sus estudios de medicina y humanística.

Gadfly and Propagandist

En España, Rizal compuso su novela sociohistórica Noli me tangere (1887), que reflejaba los sufrimientos de sus compatriotas bajo el despotismo feudal español y su rebelión. Su madre había sido víctima de graves injusticias a manos de un vengativo funcionario español de la guardia civil. Como Rizal satirizaba a la casta de frailes gobernantes y criticaba duramente la inicua estructura social de Filipinas, su libro fue prohibido y sus lectores castigados. Rizal respondió a los censores con mordaces sátiras y diatribas, como La visión de Fray Rodríguez y Por teléfono. En el periódico propagandístico filipino La Solidaridad, editado por intelectuales filipinos en España, Rizal elaboró perspicaces críticas históricas como La indolencia de los filipinos y Filipinas dentro de cien años, y escribió numerosos artículos polémicos en respuesta a la actualidad.

De importancia decisiva para el desarrollo del pensamiento político de Rizal fue el antiguo problema agrario de su ciudad natal en 1887-1892. Los habitantes de Calamba, incluida la familia de Rizal, que eran arrendatarios de una finca propiedad de los frailes dominicos, presentaron un «memorial» al gobierno el 8 de enero de 1888, en el que enumeraban sus quejas y agravios por la explotación de la corporación religiosa. Tras un largo litigio en los tribunales, los inquilinos perdieron el caso y el gobernador Valeriano Weyler, el «carnicero de Cuba», ordenó a las tropas expulsar a los inquilinos de sus fincas ancestrales a punta de pistola y quemar las casas. Entre las víctimas se encontraban el padre y las tres hermanas de Rizal, que posteriormente fueron deportados.

Rizal llegó a su casa el 5 de agosto de 1887, pero al cabo de 6 meses se marchó a Europa convencido de que su presencia en Filipinas ponía en peligro a sus familiares. La crisis de Calamba junto con la petición de 1888 de muchos filipinos contra los abusos desenfrenados de los frailes registraron un impacto colectivo en la continuación de Rizal de su primer libro, El filibusterismo (1891).

La intención principal de Rizal en ambos libros se expresa en una carta a un amigo (aunque ésta se refiere específicamente al primer libro): «He procurado responder a las calumnias que durante siglos se habían vertido sobre nosotros y nuestra patria; he descrito la condición social, la vida, nuestras creencias, nuestras esperanzas, nuestros anhelos, nuestros agravios, nuestras penas; he desenmascarado la hipocresía que, bajo el disfraz de la religión, vino a empobrecernos y embrutecernos… .» En El filibusterismo, Rizal predijo el estallido de una revolución campesina de masas al mostrar cómo el héroe individualista burgués de ambas novelas, producto del decadente sistema feudal, sólo trabaja para sus intereses personales y diabólicos. Rizal percibió las contradicciones internas del sistema como la fuente del desarrollo social que se manifiesta concretamente en la lucha de clases.

Prisión y exilio

Angustiado por la difícil situación de su familia, Rizal se apresuró a ir a Hong Kong con el propósito de regresar finalmente a Manila. Aquí concibió la idea de establecer una colonia filipina en Borneo y redactó la constitución de la Liga Filipina, una asociación cívica reformista destinada a promover la unidad nacional y el liberalismo. La Liga, fundada el 3 de julio de 1892, no sobrevivió, aunque inspiró a Andrés Bonifacio, un obrero de Manila, a organizar el primer partido revolucionario filipino, el Katipunan, que encabezó la revolución de 1896 contra España. Rizal fue arrestado y deportado a Dapitan, Mindanao, el 7 de julio de 1892.

Durante 4 años Rizal permaneció en el exilio en Dapitan, donde practicó la oftalmología, construyó una escuela y obras hidráulicas, planificó mejoras en la ciudad, escribió y realizó experimentos científicos. Luego solicitó con éxito al gobierno español unirse al ejército español en Cuba como cirujano; pero de camino a España para alistarse, estalló la revolución filipina, y Rizal fue devuelto de España, encarcelado y juzgado por falsos cargos de traición y complicidad con la revolución. Sus enemigos en el gobierno y la Iglesia operaban entre bastidores, y fue condenado. El día antes de ser ejecutado escribió a un amigo: «Soy inocente del delito de rebelión. Así que voy a morir con la conciencia tranquila»

El día de la ejecución de Rizal, el 30 de diciembre de 1896, significa para muchos filipinos el punto de inflexión en la larga historia de la dominación española y el surgimiento de un pueblo revolucionario que desea la libertad, la independencia y la justicia. Rizal sigue inspirando al pueblo, especialmente a los campesinos, trabajadores e intelectuales, por su ejemplar abnegación e intensa devoción patriótica. Su visión humanista radical forma parte de la ideología de la democracia nacional que los nacionalistas filipinos consideran hoy el objetivo de su lucha revolucionaria.

Lectura adicional

Entre los muchos libros sobre Rizal, los siguientes son fiables: Austin Craig, Lineage, Life and Labors of José Rizal (1913); Carlos Quirino, The Great Malayan (1940); Camilo Osias, José Rizal: Life and Times (1949); Rafael Palma, The Pride of the Malay Race (trans. 1949); Leon Maria Guerrero, The First Filipino (1963); Austin Coates, Rizal (1969); y Gregorio Zaide, José Rizal (1970). Para una información general se recomienda Gregorio Zaide, Philippine Political and Cultural History (1949; rev. ed. 1957).

Fuentes adicionales

Abeto, Isidro Escare, Rizal, el filipino inmortal (1861-1896), Metro Manila, Filipinas: National Book Store, 1984.

Bernad, Miguel Anselmo, Rizal y España: un ensayo en contexto biográfico, Metro Manila, Filipinas: National Book Store, 1986.

Capino, Diosdado G., Rizal’s life, works, and writings: their impact on our national identity, Quezon City: JMC Press, 1977.

Del Carmen, Vicente F., Rizal, una colección enciclopédica, Quezon City, Filipinas: New Day Publishers, 1982.

Ocampo, Ambeth R., Rizal without the overcoat, Pasig, Metro Manila: Anvil Publishing, 1990.

Santos, Alfonso P., Rizal en la vida y las leyendas, Quezon City: National Book Store, 1974.

Vano, Manolo O., Light in Rizal’s death cell: (the true story of Rizal’s last 24 hours on earth based on eyewitnesses’s testimonies and newspaper reports), Quezon City: New Day Publishers, 1985.

Zaide, Gregorio F., Jose Rizal: life, works, and writings of a genu, writer, scientist, and national hero, Metro Manila, Philippines: National Book Store, 1984. □

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.