Resumen
PIP: Es importante, al considerar el impacto del modelo sanitario chino, en los países en desarrollo, reexaminar este sistema a medida que China aumenta su impulso hacia la modernización. En este informe se plantean dos cuestiones sobre el sistema: cómo es el acceso a la atención terciaria y cuál es el coste de esta atención. Para obtener información sobre el acceso de los pacientes al sistema sanitario, se estudió el patrón de ingresos durante un periodo de 3 meses de todos los pacientes en una sala de enfermedades infecciosas. Los hospitales utilizaron un patrón de derivación bien establecido para enviar a los pacientes a niveles superiores de atención. La distancia a los centros de atención terciaria, así como el limitado transporte disponible, hace que las poblaciones urbanas utilicen con más frecuencia los centros de atención terciaria que las rurales. Irónicamente, muchos pacientes están simplemente demasiado enfermos para viajar a centros más elaborados. Aunque las políticas desaconsejan el uso de centros de mayor nivel, los pacientes chinos (sobre todo los de las zonas urbanas), utilizaron diversas estrategias para acceder a los centros que consideraban más adecuados para sus necesidades. Las políticas de reembolso de los seguros pueden disuadir a los pacientes rurales de solicitar el ingreso en centros de atención terciaria. El coste de la atención sanitaria en el pabellón se analizó estudiando los registros de pacientes seleccionados al azar. Las facturas de los hospitales diferían mucho, y el coste global de la hospitalización se veía notablemente afectado por la duración y el uso de medicamentos. En marcado contraste con los hospitales estadounidenses, las pruebas de diagnóstico sólo tuvieron un efecto menor en los costes, principalmente por la limitada disponibilidad de equipos y el uso circunspecto de los recursos. En ningún momento se observó una «medicina defensiva», como el uso de pruebas de laboratorio o roentgenográficas. Los medicamentos, la mayor parte de los gastos de un paciente, se utilizaron libremente incluso en situaciones sin eficacia documentada. El coste medio de la hospitalización era de 119 dólares, pero en el momento de este estudio, el ciudadano chino medio ganaba aproximadamente 250 dólares al año. Seguían existiendo marcadas diferencias entre regiones y sectores, y la relación de ingresos per cápita entre la población urbana y la rural se estimaba en 3 a 1. Para la mayoría de los trabajadores de la ciudad y los empleados del gobierno, los costes de la atención sanitaria están completamente cubiertos por las unidades de trabajo, si la atención del paciente se presta según los canales de derivación adecuados. Entre los campesinos rurales, el 80% de la población, la cuantía de la cobertura del seguro depende de la estabilidad financiera de la comuna, y el reembolso puede representar tan sólo el 50% de los gastos del paciente. Una de las cuestiones más importantes a las que se enfrentan los planificadores de la atención sanitaria en China es la forma en que se modernizará el sistema y se distribuirán adecuadamente los recursos.