¿Tiene la persona capacidad mental para tomar una decisión?
Cuando una persona tiene «capacidad mental» significa que es capaz de tomar una decisión específica en un momento determinado. Las personas que no pueden hacer esto se dice que ‘carecen de capacidad’ para tomar la decisión específica. Esto puede deberse a una lesión. O pueden tener una discapacidad de aprendizaje, una enfermedad mental o una condición que afecta a su cerebro, como la demencia.
Para tener capacidad mental una persona debe ser capaz de:
- comprender la información que es relevante para la decisión que quiere tomar
- mantener la información en su mente el tiempo suficiente para tomar la decisión
- considerar la información que está disponible para tomar la decisión
- comunicar su decisión de cualquier manera – incluyendo hablar, usar el lenguaje de signos, o a través de simples movimientos musculares como parpadear sus ojos o apretar la mano de alguien.
¿Cómo puede verse afectada la capacidad mental en una persona con demencia?
Cuando una persona tiene demencia su capacidad mental puede cambiar con el tiempo. También puede cambiar tanto a corto como a largo plazo. Por ejemplo, puede haber días o incluso momentos del día en los que la persona puede pensar con más claridad. Esto significa que puede tener capacidad para tomar una decisión en algunos momentos pero carecer de ella en otros.
Una persona también puede tener capacidad para tomar algunas decisiones pero no otras. Por ejemplo, una persona puede ser capaz de decidir que quiere ir de vacaciones pero no ser capaz de elegir entre las opciones de transporte o alojamiento. Esto se debe a que algunas decisiones implican tener que asimilar más información, lo que puede ser más difícil de procesar o comprender para la persona.
Algunas decisiones, como la de trasladarse a una residencia, también implican muchos factores a sopesar y esto también puede ser más difícil de considerar para la persona. Por lo tanto, no debe suponer que una persona carece de capacidad mental para elegir decisiones más sencillas, como lo que quiere vestir o comer, sólo porque no pueda tomar decisiones financieras o médicas difíciles.