08 Dic La historia de la vela en la ventana
Si alguna vez viaja al este durante la temporada de Navidad, es posible que se sorprenda de ver un pequeño candelabro iluminando casi todas las ventanas. Muchas personas desconocen la historia de la tradición, y piensan que el candelabro encendido es una forma de expresar que su familia habría permitido a los cansados padres de Jesús una habitación en su casa. Otros creen que la luz significa que abrirán su casa a los viajeros cansados si se lo piden. La tradición, sin embargo, es mucho más compleja que eso. Siga leyendo para conocer la historia de la vela navideña en la ventana.
El encendido de la vela comenzó como una tradición irlandesa
La vela en la ventana durante la Navidad se remonta a los irlandeses. Entre 1691 y 1778, el gobierno británico creó muchas leyes brutalmente opresivas contra los católicos en un intento de aplastar la religión y obligar a los irlandeses a obedecer el dominio británico. Estas leyes eran conocidas como las Leyes Penales. A los sacerdotes no se les permitía practicar su fe y se les ordenaba abandonar el país, por lo que se escondían. Durante las Navidades, los católicos irlandeses encendían una vela en la ventana y dejaban la puerta sin cerrar, lo que permitía a los sacerdotes colarse en su casa de forma segura para decir misa. Cuando los británicos preguntaron a los irlandeses por las velas, dijeron que era una forma de dar la bienvenida a José, María y el Niño Jesús durante la Navidad. Con el tiempo, la tradición cambió ligeramente para convertirse en un faro de esperanza para cualquier transeúnte durante la temporada. La vela encendida indicaba a los extraños que habría comida y refugio en esa casa si decidían pedirlo. También se convirtió en una esperanza de que María y otros santos pasarían por su casa y la bendecirían. Como muchos inmigrantes llegaron a América, trajeron la tradición con ellos.
La tradición continuó durante la época colonial
Durante la época colonial, la vela en la ventana adquirió diferentes significados. Siguiendo la tradición irlandesa, era un faro de seguridad, que permitía a los visitantes saber que su casa les ofrecería refugio. También era un faro para los vecinos, ya que las casas solían estar muy separadas. La luz que brillaba en la ventana iluminaba el camino de los visitantes cuando iban a visitar a sus vecinos. La vela también representaba un faro para un miembro de la familia que estaba lejos. La familia encendía la vela cada noche con la esperanza de que su miembro desaparecido encontrara el camino a casa sano y salvo. Una vela en la ventana también podía representar una noticia alegre, como el nacimiento de un bebé.
La tradición en la actualidad
Mucha gente sigue participando en la tradición de encender una vela en su ventana, aunque no conozca su historia. Encontrarás velas en las ventanas de muchos hogares en los estados del este, y se está volviendo más popular en los otros estados también.