En una excelente columna en Yahoo! Sports, Dan Wetzel describe la naturaleza contraria de Bill Belichick y cómo se extiende a lo que lleva y no lleva, incluyendo la decisión un tanto controvertida de renunciar a llevar camuflaje el pasado fin de semana durante el Saludo al Servicio de la NFL. No es que Belichick no apoye a los militares (es un gran partidario; su padre entrenó en la Marina, lleva a su equipo a visitar a los soldados heridos en Walter Reed cuando los Pats están en Washington, etc.), sino que probablemente se debe a que no le gusta que le digan lo que tiene que llevar o que crea que necesita alguna prenda para demostrar su patriotismo. Es simplemente Bill siendo Bill. Dile que salte y dirá que no.
En la columna, Wetzel también explica el vestuario habitual de Belichick: la famosa sudadera cortada que le hace parecer que está a punto de pedirte el cambio o de explicarte alguna teoría conspirativa sobre balones desinflados y la tasa de fumbling del equipo:
Según fuentes a lo largo de los años, después de que Reebok firmara un acuerdo de 250 millones de dólares como proveedor oficial de la NFL a principios de la década de 2000, uno de los principios del contrato era que los entrenadores llevaran su ropa.
(Thomas J. Russo/USA TODAY Sports)
Belichick rechazó el concepto por principio, argumentando que un ejecutivo de la NFL en Nueva York no debería decir a los hombres adultos cómo vestirse. Es un entrenador, no un modelo de moda, después de todo, y todo el asunto le parecía ridículo.
Eso no significaba que pudiera ignorarlo para siempre, así que cuando se le presentaron todas las prendas aceptables para vestir, Belichick eligió a propósito lo que creía que era la opción menos moderna… la humilde sudadera gris con capucha. Pronto incluso le cortó las mangas, a menudo con cortes torcidos y descuidados, quizás en un esfuerzo por hacerla menos atractiva.
Cuando lees la columna y te das cuenta de por qué Belichick no lleva los lazos rosas o los cascos de camuflaje (un Kramer moderno), piensas en él como un hombre de principios. Y no estoy en desacuerdo con eso. Está adoptando una postura. Es como la frivolidad de los políticos que llevan una bandera americana. Poner algo en tu solapa no demuestra tu amor por tu país, demuestra que eres capaz de conseguir, y luego llevar, un pin. Los viajes de Belichick a Walter Reed son infinitamente más impresionantes, importantes y significativos que llevar algo en la ropa.
(AP)
Pero lo de la equipación es sólo plan petulante. Aquí tenemos a un hombre, al que le pagan millones de dólares por entrenar un partido casi por completo gracias a los anunciantes (que hacen subir los acuerdos televisivos que hacen subir los ingresos del equipo que hacen subir el sueldo de Belichick) y Belichick no puede hacer caso a una simple petición de mostrar un logo de Reebok o el swoosh de Nike. Negarse a llevar el color rosa porque no tiene sentido está bien. Negarse a llevar el swoosh es morder la mano que te da de comer. No es una postura de principios, es el movimiento de un niño petulante.
Belichick llevaba ropa relativamente, sin logo (por lo que puedo decir) cuando estaba en Cleveland, pero se ponía una gran chaqueta de Starter cuando hacía frío.
Bill Belichick, entrenador de los Cleveland Browns.
Entiendo que prefiera llevar lo que quiera, pero imagino que el 80% de los estadounidenses preferiría llevar algo diferente al lugar de trabajo. A veces tenemos que hacer cosas que no nos gustan, sobre todo cuando es parte de tu trabajo y más aún cuando ese trabajo te paga millones al año.
Al final del día, ¿importa que Belichick lleve un corte? Por supuesto que no. Aparte de los ejecutivos de Nike, no puedo pensar en nadie que se vea afectado por esto. Pero cuando Bill Belichick hace esto, no es una postura de principios, es un hombre adulto de 63 años siendo desafiante sin otra razón que su propio ego. Es patético y su negativa a conformarse incluso con la petición más simple dice mucho de cómo los Patriots se han conducido como organización desde que Belichick se hizo cargo.