Los conservadores critican a Michelle Obama por llevar los brazos desnudos y guardan silencio sobre las poses desnudas de Melania Trump

Desde que Michelle Obama se convirtió por primera vez en la Primera Dama de los Estados Unidos, entre los votantes de la derecha han proliferado las críticas a prácticamente todo lo relacionado con ella, con tintes racistas y sexistas. Entre estas críticas se encuentra la acusación de que la señora Obama «no parece ni actúa» como una Primera Dama, aparentemente por su sentido de la moda, que incluye vestidos sin mangas.

En dos famosas entrevistas con Al Shapiro de NPR en actos de Mitt Romney en 2012, una votante de Virginia, Bobbie Lussier, resumió cómo se sienten los republicanos sobre la imagen de la señora Obama. Afirmó que: «Quiero decir, ¿te imaginas a los Kennedy o a los Bush o a cualquiera haciendo flexiones en el suelo? Es decir, ya sabes. Eso no es propio de una primera dama». Lussier añadió: «Se habla más bien de sus vestidos y de su aspecto, de sus brazos y de lo que sea. No sólo es inapropiado que Michelle lleve vestidos sin mangas a cualquier acto o pantalones cortos cuando está de vacaciones en lugares muy calurosos, sino que se la critica por hacer flexiones y animar a los estadounidenses a llevar un estilo de vida saludable. Aunque la Sra. Obama es una de las Primeras Damas más inteligentes y educadas de todos los tiempos, los votantes supuestamente religiosos y conservadores la menosprecian constantemente por su aspecto. Además, la propia Jackie Kennedy, a la que hace referencia Lussier, también llevaba vestidos sin mangas.

Melania Trump, por otro lado, cuyo marido es el actual favorito del partido republicano, no ha recibido ninguna crítica por no ser una futura Primera Dama adecuada en función de su aspecto o de su historial de sesiones fotográficas subidas de tono. Esto parece indicar que los votantes conservadores sólo criticaban a la señora Obama no porque no sea «Primera Dama» o porque vaya en contra de sus opiniones conservadoras y religiosas, sino simplemente porque es demócrata y tal vez incluso porque es afroamericana y eso en sí mismo no es adecuado.

La señora Trump, que es la cuarta esposa de Donald Trump, lo que tampoco parece haber suscitado ninguna preocupación sobre cómo eso puede ser una violación de la santidad del matrimonio, es una supermodelo con una cartera llena de fotos de desnudos. Por supuesto, Melania puede hacer lo que le plazca, ya que estamos en el siglo XXI y las mujeres deben sentirse libres de usar sus cuerpos como les parezca, pero cuando se trata del silencio de los medios de comunicación sobre estas fotos y de si sería una Primera Dama apropiada en comparación con el escándalo de los brazos expuestos de la señora Obama, plantea preguntas sobre la verdadera intención de esta crítica.