Los estudios clásicos de Harlow revelaron la importancia del contacto materno

El trabajo empírico de Harry Harlow con primates se considera ahora un «clásico» en la ciencia del comportamiento, que revolucionó nuestra comprensión del papel que desempeñan las relaciones sociales en el desarrollo temprano. En los años 50 y 60, la investigación psicológica en Estados Unidos estaba dominada por los conductistas y los psicoanalistas, que apoyaban la opinión de que los bebés se apegaban a sus madres porque éstas les proporcionaban alimento. Harlow y otros psicólogos sociales y cognitivos argumentaban que esta perspectiva pasaba por alto la importancia del confort, la compañía y el amor para promover un desarrollo saludable.

Usando métodos de aislamiento y privación materna, Harlow demostró el impacto del confort por contacto en el desarrollo de los primates. Se separó a los monos rhesus recién nacidos de sus madres y se les crió en un entorno de laboratorio, colocando a algunos de ellos en jaulas separadas, lejos de sus compañeros. En el aislamiento social, los monos mostraron un comportamiento perturbado, con la mirada perdida, dando vueltas en la jaula y automutilándose. Cuando los bebés aislados fueron reintroducidos en el grupo, no sabían cómo interactuar: muchos se mantuvieron separados del grupo y algunos incluso murieron tras negarse a comer.

Incluso sin un aislamiento completo, los monos bebés criados sin madre desarrollaron déficits sociales, mostrando tendencias reclusas y aferrándose a sus pañales de tela. Harlow se interesó por el apego de los bebés a los pañales de tela, especulando que el material suave podría simular el confort proporcionado por el tacto de una madre. Basándose en esta observación, Harlow diseñó su ahora famoso experimento de la madre sustituta.

En este estudio, Harlow separó a los bebés monos de sus madres biológicas y les dio dos madres sustitutas inanimadas: una era una simple construcción de alambre y madera, y la segunda estaba cubierta de gomaespuma y tela de rizo suave. Los bebés fueron asignados a una de las dos condiciones. En la primera, la madre de alambre tenía un biberón y la madre de tela no; en la segunda, la madre de tela tenía la comida mientras que la madre de alambre no tenía ninguna.

En ambas condiciones, Harlow descubrió que los monos bebés pasaban mucho más tiempo con la madre de tela de rizo que con la madre de alambre. Cuando sólo la madre de alambre tenía comida, los bebés se acercaban a la madre de alambre para alimentarse e inmediatamente volvían a aferrarse a la madre sustituta de tela.

El trabajo de Harlow demostró que los bebés también acudían a las madres sustitutas inanimadas en busca de consuelo cuando se enfrentaban a situaciones nuevas y aterradoras. Cuando se les colocaba en un entorno nuevo con una madre sustituta, los monos bebés exploraban la zona, volvían corriendo a la madre sustituta cuando se asustaban y luego se aventuraban a explorar de nuevo. Sin una madre sustituta, los bebés se quedaban paralizados por el miedo, acurrucados en una bola chupándose los pulgares. Si se colocaba en la jaula un juguete que producía un ruido alarmante, un bebé con una madre sustituta presente exploraba y atacaba el juguete; sin una madre sustituta, el bebé se encogía de miedo.

En conjunto, estos estudios produjeron pruebas empíricas pioneras sobre la primacía de la relación de apego entre padres e hijos y la importancia del contacto materno en el desarrollo del bebé. Más de 70 años después, los descubrimientos de Harlow siguen aportando información a la comprensión científica de los componentes fundamentales del comportamiento humano.

Harlow H. F., Dodsworth R. O., & Harlow M. K. (1965). Aislamiento social total en monos. Actas de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos de América. Recuperado de https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC285801/pdf/pnas00159-0105.pdf

Suomi, S. J., & Leroy, H. A. (1982). In memoriam: Harry F. Harlow (1905-1981). American Journal of Primatology, 2, 319-342. doi:10.1002/ajp.1350020402

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