Hay pocas cosas que me dan vértigo, y los dulces mexicanos son una de ellas. Creo que lo que me hace reír es la anticipación del subidón de azúcar y la explosión de sabores que estoy a punto de experimentar.
‘Fruta Cristalizada’ es el nombre español de la fruta mexicana cristalizada. Muchas de las frutas mantienen su forma original después de ser confitadas en un exterior duro y azucarado mientras mantienen un centro de fruta suave.
Aquí hay un pequeño antecedente de donde viene mi amor por los dulces mexicanos. Cuando era chiquita había una tienda de dulces mexicanos justo en la calle de donde vivía. Me aventuraría allí un par de veces a la semana, y gastaría el dinero de mi mesada en una o dos piezas. La tienda no estaba abierta al público, pero la mujer que la regentaba podía ver la curiosidad en mis ojos. Sabía que estaba completamente intrigada por la elaboración de sus dulces y me permitía sentarme y observar su trabajo. Me convertí oficialmente en una devota de los dulces mexicanos. A día de hoy sigue siendo uno de mis tipos de dulces favoritos, y uno que la gente debería probar sin duda.
Calabaza – Pumpkin Candy: Lo que más me gusta de este dulce de calabaza es que al morder la calabaza se vuelve fibrosa y estalla con el sabor de la calabaza. YUM!
Barrita de Acitrón: Está hecha de una planta globosa de cactus conocida como Dulce de Biznaga. La médula se hierve con azúcar para producir este delicioso dulce. Las rodajas de acitrón también se utilizan como una de las tiras decorativas de la rosca de reyes de temporada.
Camote Rojo: El dulce de boniato rojo tiene ligeros toques de miel en el retrogusto. Podría mordisquearlo todo el día. Si eres un fanático del camote, entonces esto es algo que debes probar.
Chilacayote – Candied Squash: Conocido por su pulpa blanca y sus semillas negras tiene un sabor fantástico confitado y se podría maridar con un buen vino blanco seco.
Ate de Guayaba: Esta deliciosa mermelada de guayaba también se conoce como ate de guayaba y combina muy bien con el queso manchego o con cualquier queso. Corta una rebanada y añádela a tu próxima quesadilla.
Cocada – Dulce de coco con leche: Sin duda uno de los dulces mexicanos más celebrados. Esta simple barra de coco tiene el corazón de muchos.
Cacahuates Garapinados – Mexican Toffee Peanuts: A diferencia de los cacahuates de caramelo americanos que tienen un exterior seco, los cacahuates de caramelo mexicanos están más en el lado pegajoso. No considero que esto sea un mal rasgo, sólo significa que se aglutinan para un bocado más alegre. Además, ¿quién podría resistirse a su brillante capa roja?
Higos- Candied Figs: Disfruto comiendo higos confitados por sí solos, pero también van muy bien picados en una tarta de café o como cobertura de una ensalada.
Obleas: Dos obleas finas como el papel se intercalan con un globo de cajeta (caramelo de leche de cabra).
Tamarindo con azúcar o chamoy: El sabor ácido y afrutado del tamarindo funciona muy bien con el chamoy agrio. Si el chamoy no es lo tuyo siempre puedes optar por un recubrimiento de azúcar.
Limones Rellenos de Coco: Quienquiera que haya creado este brebaje debería ser aclamado como un genio. Una cáscara de lima se confita y se rellena con coco dulce y pegajoso. La combinación aporta una explosión de sabor exótico a la lengua. Los limones rellenos de coco eran la golosina favorita de Frida Kahlo y un elemento básico de la Casa Azul. No es ninguna tonta.
Mazapán: Hecho de cacahuetes y azúcar, este caramelo desmenuzable se derrite en la boca como ningún otro caramelo suave. Un caramelo mexicano de seguro.