Uno de los sorprendentes habitantes del bosque hawaiano es la oruga carnívora Eupithecia. Eupithecia es un gran género de polillas con más de mil especies descritas en todo el mundo cuyas orugas se alimentan de material vegetal. Pero cuando las polillas llegaron a las islas hawaianas hace eones, sus orugas sufrieron una transformación de lo más curiosa.
Las polillas Eupithecia se conocían en las islas hawaianas desde 1881, pero el comportamiento carnívoro de sus orugas era desconocido hasta 1972, cuando Steve Montgomery capturó una oruga y la colocó en un frasco con una mosca. Cuando regresó a casa y comprobó sus contenedores, la mosca desapareció misteriosamente. Siguió su intuición, puso otra mosca y la mantuvo vigilada. Para su sorpresa, ¡comía insectos! A Steve Montgomery se le atribuye el descubrimiento de la primera oruga carnívora conocida por la ciencia.
La oruga mide entre un cuarto de pulgada y tres cuartos de pulgada. Se trata de un gusano de una pulgada -también conocido como looper- cuyas patas traseras han evolucionado para anclar la oruga al borde o a las nervaduras medias de las hojas, ramitas y otras superficies. Las patas delanteras, en cambio, han evolucionado para agarrar y sujetar a sus presas. La oruga permanece inmóvil como una ramita en una rama y espera a que los insectos se acerquen a la distancia de ataque.
Tuvimos la suerte de acampar en Peacock Flats con Steve Montgomery que capturó una oruga Eupithecia. Steve nos dijo que era Eupithecia orichloris nativa de Kauai, Oahu, Maui, Lanai y Hawaii. Al menos 6 de las especies de Eupithecia descritas en Hawaii son carnívoras y sólo 2 se alimentan predominantemente de material vegetal.
Estábamos emocionados cuando Steve atrapó una termita. Nos quedamos embobados mientras veíamos desarrollarse ante nuestros ojos un espectáculo digno del Coliseo romano. La termita pasó por encima de la ramita y rozó un pelo de la oruga, lo que desencadenó un golpe fulminante.
Durante los siguientes 20 minutos vimos el espantoso espectáculo mientras la oruga se comía el ojo de la termita y procedía a devorar su comida.
Steve especula que el aislamiento extremo de las islas hawaianas y la falta de insectos depredadores al principio, cuando las islas volcánicas emergieron de las profundidades del océano, fomentaron un entorno favorable a las adaptaciones morfológicas y de comportamiento que produjeron orugas carnívoras. Qué transformación tan asombrosa!