Notas de la autora
Seguro que a estas alturas ya te habrás dado cuenta de que me encantan las tradiciones y esta receta familiar tan especial me lleva al carril de la memoria desde que tengo uso de razón. Estos palitos de canela caseros adornaron nuestros recuerdos y paladares durante años y años de crecimiento y eran una delicia por excelencia que mi bisabuela y mi abuela siempre nos hacían al visitarnos. Ahora que sé el tiempo y la energía que les dedicaban, me pregunto cómo se sentían cuando nos atiborrábamos a la sartén entera en menos de 10 minutos……ahora que lo pienso, ese fue probablemente el MEJOR complemento que recibieron.
La tradición de estos palitos de canela continuó en nuestra casa en la época de Pascua. Eran perfectas para la mañana de Pascua, ya que se horneaban y olían la casa a mantequilla, canela y azúcar mientras nosotros corríamos a buscar nuestros huevos de Pascua y nos deshacíamos de nuestras cestas de Pascua. Se podría pensar que el subidón de azúcar de todos los dulces habría sido suficiente, pero todos sabíamos que nuestra golosina favorita eran los palitos de canela que nos esperaban en la mesa.
Además de los palitos de canela, mamá servía huevos duros y salchichas caseras enviadas por la misma abuela que hacía los palitos de canela. Llegaron justo antes de la Pascua y formaron una combinación dulce y salada perfecta.
Miro hacia atrás y pienso en todo el trabajo duro, el amor y el tiempo que se dedicó a esa comida de Pascua y atesoro cada momento y saboreo cada recuerdo. La alegría ahora es la recreación y el honor de un tiempo pasado y la renovación de viejas tradiciones. Es realmente lo que tenemos que transmitir……. y hace que la conversación junto a la mesa sea la MEJOR. -Eatenciones