panarabismo

La idea de que los árabes son un pueblo distinto con una lengua, historia y cultura comunes. El panarabismo surgió en las antiguas provincias árabes del Imperio Otomano. Cuando la conmoción de la desaparición del Imperio Otomano, seguida de la imposición de los Mandatos a expensas del Reino Árabe del Emir Faisal en 1920, se instaló en los árabes, algunos argumentaron que el panarabismo había surgido como una sustitución del panislamismo, con un enfoque más limitado en los árabes en lugar de en los musulmanes. Para otros, era una expresión de resistencia al colonialismo de Gran Bretaña y Francia, que había impuesto una división territorial en la región. Para otros, el panarabismo era una expresión de oposición al esfuerzo de los nuevos estados y gobiernos de los mandatos por fomentar identidades nacionales separadas.

El nacionalismo árabe se conoce generalmente como una ideología panarabista que incorpora las ideas anteriores. Esta ideología estaba fuertemente influenciada por las ideas de Sati’ al-Husri (1879-1968), un sirio que estudió en Francia, Suiza y Bélgica, quien a su vez había sido influenciado por los nacionalistas románticos alemanes y sus ideas de la nación. Al-Husri veía la nación árabe, que comprendía el oriente árabe y el norte de África, como una comunidad cultural unida además por una lengua común. Una lengua común y una historia compartida eran la base de una identidad nacional y de una nación. Sólo dentro de la nación podía un pueblo modernizarse y progresar. Su visión de la nación árabe incluía a todos los grupos y razas que hablaban la lengua árabe en Oriente Medio, incluido el norte de África. El suyo era un concepto secular del nacionalismo árabe con el objetivo político final añadido de la unidad árabe. Esta última fue interpretada por los baasistas como la formación de un único Estado árabe independiente que incorporara a la nación árabe. La otra visión principal de la unidad árabe, asociada a Jamal Abd al-Nasir, era la de la solidaridad entre los gobiernos árabes, preocupada menos por las abstracciones del nacionalismo que por las preocupaciones económicas y sociales pragmáticas y por la importancia de la unidad del mundo árabe frente a los bloques depredadores.

Aunque el arabismo, la base del etnos en el nacionalismo árabe, no negaba el elemento islámico, el nacionalismo panárabe que evolucionó era de carácter secular. Hasta la humillante derrota ante Israel en la guerra de junio de 1967, atrajo las esperanzas y el apoyo de los pueblos de Oriente Medio y del Norte de África. Esta derrota tuvo el efecto corrosivo de socavar la fe en una ideología que ya se estaba debilitando y que había servido de guía, estrategia y fuerza motriz en la región que competía con otros nacionalismos locales en desarrollo. Era evidente que los gobiernos árabes no estaban dispuestos a integrarse, ni eran capaces de unirse sobre la base de la solidaridad, ni de cooperar para derrotar al Estado sionista de Israel. A partir de este momento, el nacionalismo panárabe empezó a perder terreno frente al islam político.

Barbara Allen Roberson

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