Antecedentes: Las picaduras de abeja en la córnea son muy raras, aunque su respuesta puede ir desde una mínima inflamación hasta daños graves como dislocación del cristalino, formación de cataratas, atrofia del iris, oftalmoplejía y neuropatía óptica. Informamos sobre un paciente con hallazgos típicos y graves.
Paciente: Un paciente de 42 años de edad presentó una picadura de abeja aguda, en la córnea del ojo izquierdo, después de haber sido picado hace sólo unas horas. El paciente presentaba dolor, visión borrosa y epífora. El ojo izquierdo presentaba edema del párpado superior e inferior, hiperemia conjuntival, quemosis, queratitis estriada, una infiltración purulenta de la córnea por encima del limbo en el meridiano de las 7 horas y un hipopión masivo. Los exámenes posteriores mostraron hallazgos oftalmológicos regulares. La agudeza visual era de 1,0/0,4. Bajo la terapia la inflamación disminuyó rápidamente. Una semana después pudimos localizar el aguijón en la profundidad de la infiltración de la córnea y fue retirado quirúrgicamente. Después de un mes el ojo sólo mostraba una mínima infiltración de la córnea con finas neovascularizaciones. La agudeza visual era de 0,8.
Conclusión: Las reacciones clínicas a las picaduras de abeja en la córnea son causadas por los efectos tóxicos e inmunológicos de los diferentes componentes del veneno de abeja. Estas reacciones tóxicas y/o inflamatorias pueden provocar graves daños intraoculares. El tratamiento de elección es la aplicación sistémica y local de esteroides y antibióticos, así como la terapia local con antihistamínicos.