Pielitis

La pielitis se produce si las bacterias se extienden a la pelvis renal. Puede ser causada por una infección de la vejiga o del tracto urinario no tratada o inadvertida. En estos casos, se conoce como infección vesical complicada. A veces, una acumulación de orina; por ejemplo, en el caso de cálculos renales o ureterales, es la responsable de la aparición de la pielitis. Las mujeres enferman de pielitis con más frecuencia que los hombres, ya que también sufren infecciones de la vejiga con más frecuencia.

La pielitis aguda se caracteriza por una sensación general de malestar, dolor en la zona de los riñones, ardor al orinar, así como fiebre alta y escalofríos. Si hay un cálculo urinario concomitante, el dolor puede ser de tipo cólico. A veces, la pielitis también puede progresar de forma crónica y con síntomas menos graves.

La pielitis se diagnostica sobre la base de la historia clínica del paciente, los síntomas y con un examen de sangre y orina. En caso de sospecha de obstrucción de la orina, se realizan exámenes adicionales como una ecografía, una cistoscopia o una radiografía.

La pielitis normalmente se cura sin secuelas cuando se trata con antibióticos. Si la pielitis provoca un reflujo de orina, debe remediarse rápidamente, ya que puede provocar una peligrosa intoxicación sanguínea.

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